Una veintena más de agentes de la UCO para acelerar la investigación del material incautado en el 'caso Koldo'
La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, designada en la actualidad como policía judicial en los principales casos de corrupción del país, ha reforzado con una veintena de nuevos agentes el equipo investigador asignado al denominado caso Koldo. Según informan fuentes policiales y jurídicas a EL MUNDO, el objetivo de este refuerzo es acelerar el análisis del ingente material incautado en las entradas y registros llevadas a cabo el pasado mes de febrero por orden del titular del Juzgado Central de Instrucción Número 2 de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno. En concreto, la incorporación de estos nuevos agentes se debe a la necesidad de agilizar, y analizar en un plazo razonable de tiempo, el volcado de numerosos dispositivos electrónicos y también la abundante documentación en papel aprehendida en los registros.
En el momento en el que la UCO llevó a cabo esas entradas en las sociedades y viviendas del empresario Víctor de Aldama y del ex asesor del ex ministro José Luis Ábalos, Koldo García, entre otros, la investigación del juez y la Fiscalía Anticorrupción se centraba en el cobro de comisiones ilegales a través de la venta de material sanitario a distintas Administraciones públicas durante la pandemia del Covid. Sin embargo, a medida que la instrucción de esta causa de corrupción ha ido avanzando, los investigadores han detectado que la presunta organización criminal realizó otros negocios.
Este extremo fue corroborado el pasado jueves en la Audiencia por el empresario Víctor de Aldama durante su exhaustiva confesión donde detalló la comisión de nuevos hechos delictivos que afectan al ex ministro Ábalos -que ya está siendo investigado por la Sala Segunda del Tribunal Supremo- y de su ex asesor Koldo, así como otros presuntos cobros de mordidas percibidas por el número tres del PSOE, Santos Cerdán, y el jefe de gabinete de la ministra María Jesús Montero, Carlos Moreno. En concreto, Aldama señaló que, en total, a Ábalos le entregó más de 400.000 euros y a Koldo, más de 200.000 mientras Santos Cerdán habría recibido 15.000 euros y Moreno otros 25.000.
Tras esta declaración, fuentes del caso explican que se abren en la Audiencia Nacional nuevas líneas de investigación que en gran medida dependerán de los informes policiales aportados al juzgado con el análisis de las pruebas incautadas. Además, en la vía de colaboración que ha ofrecido Aldama al juez Moreno y el fiscal Anticorrupción Luis Pastor también existe la posibilidad de que ayude a localizar en qué dispositivos o dossieres se encuentran datos que prueben los extremos de su declaración.
Fuentes policiales enmarcan dentro de lo habitual que se refuercen estos equipos cuando hay una carga de trabajo tan importante. Además, se da la circunstancia de que los investigadores están teniendo dificultades para poder acceder al material de los dispositivos incautados a Koldo García ya que en buena medida se encuentran encriptados. Eso no sucede, no obstante, con el material intervenido a Aldama, al que al UCO ha denominado como «nexo corruptor» de la presunta organización criminal.
Junto al caso Koldo (que está siendo investigado tanto por la Audiencia Nacional como por el TS-con Ábalos aforado-), la UCO se encuentra al frente de investigaciones tan sensibles como la causa abierta al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por un delito de revelación de secretos o el caso Begoña Gómez, donde la mujer del presidente del Gobierno está imputada por tráfico de influencias, corrupción en el sector privado, apropiación indebida e intrusismo. Asimismo, es la unidad policial encargada de investigar al hermano de Pedro Sánchez, David Sánchez Pérez-Castejón, imputado por fraude y malversación, entre otros delitos.