Puigdemont evita tensar la cuerda y da margen a Sánchez para lograr la oficialidad del catalán en Europa
El expresidente fugado evita fijar plazos para una eventual retirada de su apoyo en caso de no conseguirlo
«La decisión del Gobierno de entregar a Huawei datos sensibles ha escalado hasta convertirse en un problema diplomático y de seguridad de primer nivel con nuestro socios y aliados», explican fuentes de Génova, que aseguran que esta decisión «va en contra de la UE».
«Lo que Sánchez justificó por ser «la oferta más barata» amenaza ahora con derivar en sanciones, restricciones tecnológicas y un recorte de inteligencia compartida con Estados Unidos o Europa», aseguran los populares.
Desde el PP explican que esto y ano es «una disputa comercial cualquiera», porque este asunto cuestiona la seguridad nacional, «la confianza de nuestros aliados» y la «credibilidad de España en la OTAN y en la Unión Europea». Acusan al Ejecutivo de «haber abierto la puerta a una empresa vinculada al Partido Comunista chino en un área crítica de nuestra soberanía».
Y alertan, como indica la información de este diario firmada por el corresponsal en Washington, David Alandete, que «hoy son dos congresistas los que alzan la voz; mañana podrían ser sanciones formales en contra nuestra».
Por todo ello, el PP exige al Gobiernoo de Sánchez que rectifique y rescinda cuanto antes el polémico acuerdo con la compañía china y dé explicaciones urgentes en el Congreso. «Cada día que pasa, España profundiza su aislamiento internacional y se arriesga a represalias comerciales que pagarían nuestras empresas y nuestros trabajadores», lamentan.
Reclaman desde Génova que este país necesita un «Gobierno que quiera y sepa proteger nuestras alianzas estratégicas y la seguridad de los ciudadanos, no un Ejecutivo que nos sitúe al nivel de países fuera del marco de la OTAN». Por ello, piden a Sánchez que escoga entre la «irresponsabilidad que nos pone en la diana de nuestros aliados» o en estar en el lugar que le corresponde a España, con sus aliados y «defendiendo el interés nacional».
Hay que recordar que esta no es la primera vez que desde Estados Unidos se pone en cuestión estas contrataciones por parte del Gobierno. Si esta vez han sido dos congresistas republicanos los que desde las subcomisiones de Comercio, Manufactura y Comercio, y desde la de Comunicaciones y Tecnología, los que tildan de «altamente preocupantes» estas relaciones, hace un mes fue otro congresista de la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes el que aseguró que con ella, «España estaba jugando con fuego». A mediados de agosto, se abrió una investigación en este área para evaluar los riesgos para Estados Unidos de esta decisión española.