Candela Peña: «He hecho latir a Rosario Porto, me siento en un lugar más amable con ella»
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La abogada gallega, que no pudo más con la culpa, dejó todas sus posesiones a su amiga María Teresa Sampedro, conocida en su círculo como 'La nena', gestora actual de las propiedades de Porto, incluida la finca de Montouto donde Asunta fue asesinada.
Se trata de una vivienda de 400 metros en una parcela de 10.000 metros cuadrados, con piscina y pista de tenis en un recinto cercado por un enorme muro de piedra que perteneció en su día a los padres de Rosario y que ella heredó tras la muerte de estos en 2012, un año antes del crimen.
Escenario clave del 'caso Asunta', la propiedad ya por aquel entonces necesitaba una buena renovación, algo que nunca emprendió Porto, quien quería deshacerse de la casa. Pero ahora, más de una década después, el aspecto de la finca es aún más desolador.
Situada a apenas 10 minutos en coche de la calle Doctor Teixeiro, donde residía en su día Rosario con Asunta, la finca se encuentra en una zona de grandes casas y pazos, en una ubicación privilegiada y tiene enormes posibilidades.
Sin embargo, tras el abandono de la misma -la heredera también ha tenido en todo momento la intención de vender la propiedad- comenzaron los problemas.
Primero fueron okupas, que se instalaron allí poco después de que se cerrara la investigación del caso y aún continúan en ella, a juzgar por las fotos de perros, coches y otras pruebas de casa habitada que pudo comprobar en este periódico en su visita a las inmediaciones de la casa en 2013 con motivo del décimo aniversario del crimen.
Pero es que, al deterioro propio de la falta de mantenimiento que ha hecho que hasta en la pista de tenis brote la vegetación, y del mal estado de la casa, hay que sumar un incendio que requirió la presencia de los bomberos.
Según cuentan medios gallegos, la heredera de Porto puso a la venta la casa por un millón de euros, un precio irreal dado su estado y el tristemente célebre crimen que ocurrió en ella.
En la actualidad, sólo curiosos se acercan por la zona, muchos amantes del true crime, para ver de primera mano el lugar en el que Asunta Basterra Porto perdió la vida a manos de aquellos que supuestamente más debían protegerla.