Un turista va a Suiza y se queda sin palabras con lo que hacen con la comida en las calles de este país

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En un mundo donde más de 1.000 millones de toneladas de alimentos se desperdician cada año, según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la gestión responsable de la comida se ha convertido en una de las prioridades más urgentes del siglo XXI. En España, iniciativas como aplicaciones móviles que ofrecen productos a punto de caducar o supermercados que colaboran con organizaciones solidarias son ejemplos claros de un cambio de conciencia. Sin embargo, en otros rincones de Europa han ido un paso más allá.

Suiza, uno de los países más avanzados del mundo en cuanto a calidad de vida y sostenibilidad, ha desarrollado un sistema que permite no solo reducir al mínimo el desperdicio de comida, sino también que cualquier persona, independientemente de su situación económica, pueda alimentarse de forma gratuita. En ese sentido, Jordi, un creador de contenido conocido en redes sociales como 'chillingwithjordi', ha documentado su experiencia recorriendo el país alpino, comiendo gratis durante varios días gracias a este método comunitario.

Neveras públicas para compartir comida

«Día uno comiendo gratis en Suiza», comienza diciendo Jordi en uno de los vídeos que ha subido a sus redes sociales, donde comparte con sus seguidores su estilo de vida nómada y consejos prácticos para viajeros. «En Suiza tienen un sistema muy eficiente para no desaprovechar la comida, hay neveras por todas las ciudades donde puedes dejar y coger comida», explica mientras muestra una de estas instalaciones públicas.

@chillingwithjordi Día 1 comiendo gratis en Suiza Sígueme para más tips😉  #travel #vanlife #food #switzerland  #recycle ♬ sonido original - chillingwithjordi

Se trata de neveras comunitarias, colocadas estratégicamente en barrios y calles céntricas de diferentes ciudades suizas. En ellas, cualquiera puede dejar alimentos que ya no vaya a consumir, siempre que estén en buen estado, y cualquiera puede coger lo que necesite sin pagar nada. Es un gesto solidario, anónimo y profundamente humano que ha echado raíces en una sociedad altamente concienciada con la sostenibilidad y la colaboración vecinal.

«Normalmente suele ser comida que está a punto de caducar. Esta vez encontré un montón de cosas en la nevera, pero hay que pensar en las otras personas y no cogerlo todo», advierte el creador de contenido, que hace hincapié enla importancia de la responsabilidad individual dentro del sistema. El acceso es libre, pero el respeto por los demás es fundamental. «Yo me llevé un par de ensaladas y unos bocadillos», comenta mientras muestra los productos.

Lo que más sorprende es que este sistema funciona sin vigilancia, sin trabas burocráticas y con una base casi completamente cívica. No se necesita registrarse, no hay cámaras ni controles, simplemente se confía en la buena voluntad y el sentido común de los ciudadanos.

Compartir también es parte del sistema

Sin embargo, la dinámica no solo consiste en recibir, también se trata de dar. Por ello, en el «día dos comiendo gratis en Suiza», el creador de contenido no solo recoge alimentos, también deja algo que tenía en su furgoneta. «Esta vez dejé un yogur y unos rábanos que tenía en la 'furgo', y en otra nevera me encontré unos melones muy maduros y me llevé uno de ellos», manifiesta.

@chillingwithjordi Día 2 comiendo gratis en Suiza Sígueme para más tips así😉  #travel #vanlife #food #switzerland  #recycle ♬ sonido original - chillingwithjordi

Este pequeño gesto ilustra el verdadero espíritu del sistema, un equilibrio entre el dar y el recibir que permite que muchas personas, desde estudiantes con pocos recursos hasta personas sin hogar, puedan acceder a alimentos sin tener que pedirlos ni justificarse. Pero que también lo utilizan aquellos que prefieren evitar que se tire comida en buen estado.

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