Crisis en el Consell de la República de Carles Puigdemont por gastos personales del eurodiputado de Junts Toni Comín
Nueva crisis en Consell de la República, la entidad parainstitucional que Carles Puigdemont creó en 2018 para mantener vivo el procés desde Waterloo (Bélgica) a modo de Gobierno y Parlamento paralelos a las instituciones autonómicas catalanas.
La asociación privada independentista ha anunciado hoy que encargará una auditoría externa para "constatar la diligencia en la gestión financiera", a raíz de la polémica desatada en las últimas horas sobre presuntos gastos personales del eurodiputado de Junts Toni Comín, que ocupa el cargo de vicepresidente.
En un comunicado, la entidad presidida por Puigdemont manifiesta su "plena confianza en la gestión financiera llevada a cabo hasta el día de hoy" y constata "el cumplimiento de la garantía de transparencia" en sus cuentas.
La asociación belga CatGlobal ASB, que da cobertura jurídica y económica al Consell de la República, envió hace una semana una carta al órgano de gobierno de la entidad denunciando "incidencias relativas a la contabilidad, fiscalidad, legalidad y, en general, a la gestión financiera" que podrían no ajustarse al ordenamiento jurídico del Reino de Bélgica.
Toni Comín
Sin citar su nombre, CatGlobal señala la "inoperancia" de su interlocutor en el Consell, función que ejerce Comín, y pide su "sustitución por otros dos miembros" debido a la "pérdida de confianza".
La misiva revelada por el diario El Món apunta a una partida de 12.000 euros que habría servido para adelantar "gastos personales" del ex consejero de Salud en el Govern de Puigdemont y recientemente reelegido diputado en el Parlamento Europeo.
En concreto, CatGlobal alude a facturas de servicios personales como viajes o vacaciones abonadas con dinero de la institución o el pago del alquiler de un despacho de trabajo.
Esta crisis interna en la organización que fue creada por Puigdemont como una "Generalitat en el exilio" es la segunda que, en menos de un año, tiene como protagonista a Comín, a quien un sector del Consell de la República acusó de "autoritarismo" y beneficiar económicamente a personas "de su entorno" con dinero de la entidad. En concreto, los críticos denunciaron "gastos innecesarios" en "caterings de lujo, mobiliario ostentoso excesivamente logotipado o emisiones televisivas con una producción de gran escala".