La remontada ochentera que le falta al Madrid de Ancelotti

«Emilio (Butragueño) ha hablado del 6-1 contra el Anderlecht. Esta es la fuente de la que bebo estos días. Y, también, he visto las remontadas más recientes. Queremos ser parte de esta historia y añadir una página más. Es una noche hecha a la medida del Real Madrid», reflexiona Bellingham, que lo más cerca que ha visto de una remontada blanca es el 2-1 de las semifinales del pasado año ante el Bayern.

Aquello fue una remontada que se gestó en el propio partido de vuelta, porque de la ida se llegó con un empate (2-2). Algo parecido pasó con el Chelsea en los cuartos de 2022. Tras ganar 1-3 en Stamford Bridge, los londinenses se pusieron 0-3 en el Bernabéu y tocó acordarse de Juanito desde el minuto 75, cuando nadie le había invocado para aquella eliminatoria. Las remontadas de esa misma edición, ante el PSG en octavos y el City en semifinales, fueron tras perder solo por un gol de diferencia en París y Mánchester y doblarse la desventaja con un gol en contra en el Bernabéu. Son remontadas, claro, pero no las que se germinaron hace cuatro décadas, que es justo la que necesita esta noche el equipo de Ancelotti.

Todo comenzó hace 50 años

El 5 de noviembre de 1975, el Madrid le endosó un 5-1 al Derby County en los octavos de final de la Copa de Europa. En tierras inglesas había perdido 4-1 y necesitaba ganar por tres goles de diferencia, o cuatro en el caso de que recibiera algún tanto, por aquello del valor doble de los goles que hace ya tres temporadas que fue eliminado. Lo hizo y como esas fueron unas cuantas noches más, sobre todo ya con el Madrid de la Quinta del Buitre en la penúltima década del pasado siglo. «Hay un momento de caos que produce una euforia en los jugadores del Madrid y miedo en los adversarios. Entonces, la racionalidad queda totalmente aparcada y así es cómo se empiezan a dar las condiciones para que ocurran cosas increíbles. Esta generación sabe cuál es el camino y cuál es el clima que hay que crear», explicaba estos días Jorge Valdano, presente en todas aquellas heroicidades de los ochenta.

El Celtic de Glasgow, el Rijeka, el Anderlecht, el Inter (en dos ocasiones), el Borussia Mönchengladbach y el Estrella Roja saben perfectamente de lo que es capaz el Madrid cuando regresa de la ida con un marcador de, al menos, dos goles de diferencia en contra. Ancelotti también lo sabe, aunque no estuviera allí, y al momento manicomio también le añade una receta muy española: «Para remontar habrá que tener cabeza, corazón y cojones», dice el italiano, para nada obsesionado con marcar el primero antes que el segundo. «Hacer un gol temprano es una parte importante, pero lo más importante es controlar el partido, tener la cabeza fría e intentar sacar tu mejor versión desde el inicio. Cuando controlas el partido, se puede marcar en cualquier minuto».

Un partido que puede convertir este pesimista final de la temporada en un cuento diametralmente opuesto. «Todo el mundo espera una remontada y por eso se ha generado esta atmósfera tan atractiva. Es una noche hecha a medida para el Real Madrid», cuenta un Bellingham que no tiene apuro ninguno en poner el acento en los muchos kilómetros de menos que corrió su equipo en Londres en comparación a los que hizo el Arsenal. «Es verdad que si corres más, tienes más posibilidades. Fueron 14 kilómetros menos que el Arsenal y eso es como si ellos tuvieran un jugador más. Claro que influye sobre el juego, pero el año pasado pasó lo mismo. No fuimos los que más corrimos y acabamos ganando la Champions. Tenemos que saber cómo correr y qué implica correr a un lado o a otro».

Será la segunda vez en su historia que el Arsenal juegue en el Bernabéu. La primera fue en 2005, cuando ganó 0-1 con un gol de Henry. Fue contra ese Madrid galáctico en proceso de descomposición. Ni los gunners ni los blancos nada tienen que ver aquellos equipos de hace veinte años: «No tenemos ningún miedo, sólo respeto. Sin duda, cuando tienes que crear una historia, cuando tienes que construir una historia, tienes que estar realmente convencido de lo que quieres conseguir. Ellos van a intentar llevar el partido a lugares que no queremos pero salir a ganar es la mejor manera de que la probalidad de pasar la eliminatoria sea la más alta posible», sentencia Arteta.