Trabajo capitaneará la negociación para la reducción de jornada tras fracasar el diálogo entre patronal y sindicatos>

Ahora bien, las mismas complejidades que han echado por tierra las posibilidades de acuerdo bipartito acechan también en la mesa que inicia a partir de hoy con reuniones semanales. De entrada, para la patronal resulta crucial además de la articulación de la medida a través de los convenios colectivos una vez esté aprobada, la implantación de un periodo transitorio que evite una avalancha de revisiones que además den pie a un pico de conflictividad. Cabe recordar, además, que desde CEOE y Cepyme han advertido de la imposibilidad de llevar a cabo una tabla rasa de reducción de jornada en términos sectoriales, y tampoco de igual manera en todos los centros de trabajo y actividades.

Pero también los sindicatos han puesto su línea roja en el control horario como base para el acuerdo de reducción de jornada. De hecho UGT y CC.OO. critican hablar de reducción de jornada cuando no se conoce realmente el tiempo efectivo de trabajo, toda vez que denuncian la existencia de un pozo sin fondo de horas de trabajo extraordinarias no reconocidas. De hecho, parece que el Gobierno toma nota de esta postura, toda vez que a la salida de la reunión mantenida este lunes, el propio secretario de Estado del ramo, Joaquín Pérez Rey, ha puesto acento sobre la necesidad de ese control de la horas extraordinarias.

"Queremos que se controle el tiempo de trabajo y que se controle adecuadamente", ha subrayado Pérez Rey asegurando que el Gobierno va a hacer "todo lo posible" para que el acuerdo de reducción de jornada incluya a sindicatos y empresarios, pero ha dejado claro que esta medida se llevará a cabo aunque no cuente con el concurso de todos los agentes sociales.

"Naturalmente, si no fuera posible (el acuerdo), bajo ningún concepto renunciamos a lo que es la esencia, a uno de los elementos característicos de este Gobierno de coalición, que debe pasar, entre otras cosas, a la historia de las relaciones laborales por haber propiciado la primera reducción de la jornada legal de trabajo desde hace 40 años", subrayó en la declaraciones al término de la reunión.

Sobre este aspecto de las horas extra, el vicesecretario general política sindical de UGT, Fernando Luján, señalaba no es tolerable que haya más de 6 millones de horas extraordinarias que ni se registran ni se abonan ni se cotizan", ha asegurado, por lo que también ha instado al Gobierno a abordar la demanda de UGT sobre el bajo coste de las horas 'extra' en España, sobre la que el Comité Europeo de Derechos Sociales ya se ha pronunciado y que el Gobierno deberá contestar antes del 17 de julio. "Será una magnífica oportunidad, esta negociación, de que el Gobierno diga que efectivamente teníamos razón, de que recoja el registro real, incorpore las nuevas tecnologías al registro y se abonen con un 25% más", apuntó.

Por su parte, la secretaria confederal de Acción Sindical de CC.OO., Mari Cruz Vicente, aseguró que no se ha conseguido alcanzar un acuerdo con la patronal en las mesas bipartitas, ni si quiera "cerrar acuerdos parciales", debido a un elemento de fricción: las horas extraordinarias.

Así, explica que el sindicato no contempla ampliar las horas extraordinarias ni que la reducción de la jornada laboral se traduzca en un traslado de las horas que se han reducido a una mayor carga en las horas extras. "Que esa reducción que puede haber de la jornada se sustituya por horas extraordinarias para nosotros eso es una línea roja que no podemos aceptar", señala.

Antes de verano

Con todo, tanto el Gobierno como los representantes sindicales que ofrecieron declaraciones al término de la reunión confirmaron que se trabaja con plazo estrecho y es por ello que el mismo Pérez Rey confirmó que se remitirá a los agentes sociales un borrador de propuesta para la reforma de este precepto incluido en el Estatuto de los Trabajadores. Y que la próxima reunión se celebrará el lunes de la semana que viene por la mañana y que esta se volverá a producir de forma semanal hasta la consecución de un acuerdo.

Todo, con la intención de acelerar esta negociación y conseguir cerrar un texto antes de las vacaciones. De hecho, esta cuestión la han puesto de relieve tanto Pepe Álvarez (UGT) como Unai Sordo (CC.OO.). Eso sí, preguntados por si ven posible alcanzar un texto que vaya a tramitación al Congreso antes de julio, desde los sindicatos afirman que lo ven "complicado".

Así, Fernando Luján insta a la patronal a que se pronuncie y diga si está a favor de reducir el tiempo de trabajo y qué necesidades tiene para que esto se haga de la mejor manera posible.