Isabel Rodríguez , al frente de la resurrección del Ministerio de Vivienda para levantar los 183.000 pisos de Sánchez>

Rodríguez pierde visibilidad en el Gobierno, pero cobra importancia en una cartera que para el nuevo Ejecutivo es esencial por las dificultades que sufren los jóvenes y las clases menos pudientes para acceder a una vivienda en España, ya sea a través de alquiler o compra. En Política Territorial no tuvo apenas ocasión de lucirse. Y es más recordada por sus apariciones cada martes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, donde informaba de las medidas aprobadas.

La castellanomanchega es licenciada en derecho, fue senadora entre 2004 y 2007, diputada en el Congreso entre 2011 y 2019, y durante dos años ocupó la alcaldía de Puertollano hasta que en el verano de 2021 fue llamada a filas por el presidente Sánchez para hacerse cargo de la portavocía del Ejecutivo y de la cartera de Política Territorial.

Ahora, Rodríguez pasará a ser titular del resucitado Ministerio de Vivienda, que se incorporó a Fomento a finales de 2010. Una separación de competencias que venía siendo un secreto a voces en los últimos meses si el PSOE repetía Gobierno. Por lo pronto tendrá que trabajar en el impulso de algunas de las medidas fijadas en la ley de Vivienda. Entre ellas el índice de referencia de precios que limitará las rentas de los alquileres en las zonas que se denominen como tensiondas. También mantendrá un pulso con sus socios de Sumar en el desarrollo de nuevas regulaciones, como la que han acordado para poner coto a los apartamentos turísticos.

No es un papel fácil el de la nueva ministra. Además de con sus socios de Gobierno, tendrá que bregar con comunidades autónomas y ayuntamientos que son los órganos que tienen las competencias de vivienda transferidas. Las que están en manos del PP ya han manifestado su oposición a aplicar la ley de Vivienda y algunas de ellas como Madrid y Andalucía han presentado recursos al Tribunal Constitucional contra la norma.

Más allá del reto de contener el precio de los alquileres, Isabel Rodríguez también tendrá que dar impulso a las 183.000 viviendas destinadas al alquiler social y asequbile que Pedro Sánchez prometió en la campaña de las elecciones autonómicas y municipales. Un reto mayúsculo que necesita décadas de desarrollo y para el que irán destinados más de 4.000 millones de euros en fondos europeos.