La Macarena conmemora el primer centenario del besamanos de la Virgen en Cajasol

M. J. R. Rechi

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La hermandad de la Macarena conmemora el centenario del primer besamanos público de la Virgen de la Esperanza, celebrado el 18 de diciembre de 1925, con la exposición titulada 'Ofrenda. Rosa. Corona. Beso'. Esta muestra ha sido inaugurada en la mañana del 24 de febrero de 2025 en la sede del patio central de la Fundación Cajasol.

La muestra se centra en el concepto de la ofrenda a la Virgen, destacando tanto las contribuciones eclesiásticas como las manifestaciones de devoción popular. Entre los hitos eclesiásticos, se incluyen la coronación canónica de la Virgen en 1964 y la reciente concesión de la Rosa de Oro por parte del Papa Francisco en diciembre de 2024. Por otro lado, se resaltan eventos como la coronación popular de 1913 y el histórico besamanos de 1925.

La exposición está comisariada en el aspecto histórico-artístico por Carlos Colón y Gabriel Ferreras, y en la parte técnica por los arquitectos Eladio de León y Esperanza de León, con el apoyo de una comisión formada por miembros de la junta de gobierno de la hermandad.

Esta muestra, de carácter singular, explora el significado profundo de la ofrenda,inspirada en la evocadora idea de 'oro fundido con oraciones',frase del periodista sevillano Manuel Sánchez del Arco en su obra Cruz de Guía. Escribía Sánchez del Arco: «Este es tributo de los humildes, es recolección de anónimas devociones, al ver una corona se diría que es una ofrenda de un emperador, no es miligramo a miligramo oro fundido con oraciones», apuntó Carlos Colón en la presentación. Además, se profundiza en el simbolismo del beso como ofrenda, una tradición que ha perdurado a lo largo de la historia como expresión de amor, reverencia y respeto hacia lo sagrado. Desde las costumbres de Israel y las primeras comunidades cristianas —con el beso santo mencionado por San Pablo— hasta las prácticas de la Iglesia, como el beso al portapaz y el mandato del Concilio de Trento, que invita a «adorar a Cristo por medio de las imágenes que besamos, y en cuya presencia nos descubrimos y arrodillamos», este gesto es el origen de nuestros besamanos y besapiés.

En el caso del Señor, esta tradición remite a la mujer pecadora que, según el evangelio, «se puso a regarle los pies con sus lágrimas, se los enjugaba con los cabellos, los cubría de besos y los ungía con perfume». Y en el caso de la Virgen, el beso simboliza su realeza, una costumbre cortesana que perdura en la escenografía de nuestros besamanos, donde se rinde homenaje a la Madre con el tradicional beso en la mano.

En la sala Velázquez, se presenta la ofrenda de la iglesia a través de los primeros privilegios otorgados desde su origen, que se encuentran documentados en el libro de reglas. Este espacio recoge algunas de las representaciones más antiguas de nuestros titulares, así como la rosa de oro entregada por el Papa Francisco, un obsequio que simboliza la devoción y el reconocimiento papal. «Es una ofrenda que todos pedimos en estos momentos», explicaba Carlos Colón, uno de los comisarios de la exposición.

En la siguiente sala, la sala Murillo, se presenta la coronación popular de 1913 y la canónica de 1964, junto con el joyero de la Virgen, que se muestra por primera vez al público. Esta colección incluye los regalos de las hermandades, los devotos y diversos encargos, destacando especialmente la corona de salida de la Macarena, una pieza que forma parte esencial de la historia de la Macarena.

En otra de las salas, la sala Vanguardia, dedicada al besamanos, Carlos Colón ofrece una reflexión profunda sobre este acto de devoción. «Lean lo escrito en el libro de los devotos y sabrán qué es un besamanos, sabrán qué es el besamanos de la Esperanza y sabrán quién es la Virgen de la Esperanza», recomienda Colón. La exposición resalta la ofrenda de cariño, ternura, proximidad y respeto que representa este gesto, el beso que solo se le da a las madres cuando las tenemos cerca y el beso enviado cuando ya nos faltan. «Besando la mano de la Esperanza, Divina Mensajera de Amores que la muerte no rompe, mientras ellas, nuestras madres, nos miran desde los balcones del cielo, que son los ojos de la Esperanza», concluye, evocando la profunda conexión espiritual que une a los devotos con la Virgen de la Esperanza.

Una de las razones más significativas de esta exposición radica en las tres décadas de maya a tisú, durante las cuales Rodríguez Ojeda definió la iconografía de la Macarena. Como señala Carlos Colón, «reinventaba la cofradía Aníbal González, Talavera o Gómez Millán reinventaban la Semana Santa, mientras que autores como Izquierdo, Chaves Nogales, Romero Murube, García Ramos o Joaquín Turina daban forma a la Sevilla ideal. No podemos olvidar, por supuesto, a Juan Manuel Rodríguez Ojeda, José Gómez Ortega 'Gallito', Muñoz y Pabón, la Centuria Romana Macarena, y al señor que en aquellos años iba en el paso popularmente conocido como la 'Barbería', cuyas figuras también se encuentran expuestas. Esta muestra rinde homenaje a la memoria de tantos cofrades macarenos que, durante un siglo, han sido los artífices de los besamanos de la Esperanza. En el mural de los besamanos y en el mural de los besos, que son la joya más preciada de la Virgen, se reconoce la devoción de los miles de fieles que han contribuido a forjar este legado», apuntó.

El patio de central que cierra la exposición, recrea el montaje del primero de los besamanos públicos de la Macarena, celebrado el 18 de diciembre de 1925.

Visitas

La exposición podrá visitarse hasta el 20 de marzo, de 11 a 14 horas y de 18 a 21 horas. Habrá visitas guiadas los martes y sábados a las 12 horas y los jueves a las 19 horas, con previa adquisición de entradas en la web de la Fundación Cajasol o en la taquilla. Para visitas de grupo: reservas@cajasol.com

Acto

La presentación contó con la presencia de Manuel Alés, delegado de Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Sevilla; Francisco Vélez, presidente del Consejo de Hermandades de Sevilla; Carlos Colón,Gabriel Ferras, Eladio de León y Esperanza de León Martínez, comisarios de la muestra; y José Antonio Fernández, hermano mayor de la hermandad de la Macarena.

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