El millonario paso del Rey Carlos III para evitar «una crisis de seguridad» y devolverle la tranquilidad a la Reina

Ricardo Sanz

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Aunque el Rey Carlos III pueda demostrarle su cariño y amor a la Reina Camila en la intimidad de Palacio, incluso en los aspectos más financieros impera el romanticismo de la relación de los monarcas que suele pasar desapercibido en los actos oficiales, pues tal y como se ha desvelado en las últimas horas, por garantizarle una tranquilidad futura a su esposa, el Rey ha salvado su propiedad de convertirse en un lugar de bodas y eventos, un asunto que parecía afectar directamente a la salud de la Reina, por una millonaria cifra.

En 1995, tras divorciarse de Andrew Parker, Camila adquiría el idílico refugio de Ray Mill House y desde entonces se negó a separarse de él aún casada con el Príncipe de Gales, lo que trajo polémica por la necesidad de mantener operativa otra residencia. Pero esta era más que una casa del matrimonio real, era la propiedad que otorgaba más libertad a la ahora Reina e independencia al margen de la pareja. Sin embargo, la felicidad de Camila con el paso de los años y la intervención de un tercero ha derivado en preocupación y este problema en un periodo de estrés para la Reina al que Carlos III ha puesto remedio con un decisivo paso que devuelve la privacidad.

Según una información publicada por el 'Daily Mail', el monarca ha comprado una casa situada en Ray Mill House, donde está la propiedad de Camila, que estaba a punto de convertirse en un lugar de eventos, por algo más de 3,5 millones de euros. Una inversión con la que Carlos III ha buscado poner fin a las preocupaciones de Camila por quedarse sin un sitio que le aporte la seguridad y privacidad que necesita en su cotidianidad. La compra, realizada el pasado mes de febrero, evita, tal y como apunta el diario, una posible «crisis de seguridad» derivada de que The Old Mill, que así se llama la propiedad, pudiese ser adquirida por un tercero con intenciones comerciales.

En los últimos años, el promotor inmobiliario Phil Clayton se hizo con el molino de Lacock y lo reformó para convertir The Old Mill en una casa de vacaciones disponible en plataformas de alquiler como Airbnb. Pero la venta de nuevo en el aire con el objetivo de transformar la propiedad para la celebración de bodas y otros eventos ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia del monarca, puesto que los fines comerciales que adquiriría la casa habían generado una «gran ansiedad» en Camila. La finca es la continua a la de la monarca en el campo y ser adquirida por terceros supondría una alteración de su descanso durante el tiempo que se desplazase a su casa. Así, una vez comprada la casa en riesgo, la Reina puede disfrutar de su propiedad sin preocuparse de los posibles vecinos, pues la casa es de su marido.

Para el tabloide británico, la compra de The Old Mill es una solución práctica pero a coste millonario para preservar el bienestar de la familia. Una «inversión financiera sólida» realizada sin recurrir a fondos públicos que refuerza la imagen de la Familia Real y que alivió inmediatamente a Camila. Así, con 3,5 millones de euros menos en el bolsillo, el Rey ha logrado evitar que una casa para bodas pusiera en jaque la seguridad de la monarquía y mantener en el tiempo el «continuo disfrute de su majestad de su amado hogar sin utilizar fondos públicos». En Ray Mill, Camila podrá seguir siendo «ella misma».

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