Cristina Kirchner pone fin a la tregua con Milei y se instala como principal rival ante el "líder del caos y la destrucción"
Cristina Kirchner, dos veces presidenta de Argentina, puso fin a la tregua tácita que mantenía con el gobierno de Javier Milei para postularse como líder de un peronismo unificado contra un jefe de Estado al que ve como el "líder del caos y la destrucción".
"Quiero decirles que estoy dispuesta, una vez más, a aceptar el desafío", escribió la ex vicepresidenta de Alberto Fernández en una carta de cinco páginas dada a conocer este lunes.
"Si algo tengo claro también, es que acá no sobra nadie. Sin embargo, la unidad necesita dirección y proyecto para construir el mejor peronismo posible en una Argentina que se ha vuelto imposible para la mayoría de sus habitantes", añadió.
Fernández de Kirchner, que gobernó Argentina entre 2007 y 2015, se distanció una vez más del gobierno de Fernández, al que ungió como candidato: "Hay que enderezar lo que se torció y ordenar lo que se desordenó".
La ex presidenta acusó a Milei de generar "un clima de violencia generalizada que atraviesa todas las capas de la comunidad".
Pese a que en las últimas semanas ya había habido escaramuzas entre el presidente y la ex presidenta, la continuidad de muchos altos cargos del gobierno peronista en la administración de Milei, y las conversaciones subterráneas entre el mileísmo y el kirchnerismo frenaban cualquier ruptura definitiva entre ambas expresiones políticas.
Pero Milei intensificó sus ataques contra el kirchnerismo, su ministro de Economía le pidió a Fernández de Kirchner que dejara "de chillar" y la ex presidenta dio dos pasos al frente: le dijo al peronismo que debe encolumnarse, una vez más, detrás suyo como presidenta del Partido Justicialista (PJ), y le lanzó el mensaje de guerra a Milei.
La ex presidenta criticó "el feroz programa de ajuste" que "desestabiliza a una sociedad que sigue siendo golpeada con tarifas impagables y salarios que no alcanzan, mientras el presidente, desde un mundo paralelo que solo existe en su imaginación, afirma que los salarios y las jubilaciones le ganaron a la inflación y que las tarifas son baratas".
"Una suerte de extraño y peligroso 'liderazgo' del caos y la destrucción del que nada bueno puede resultar para el conjunto de los argentinos", añadió Fernández de Kirchner.
Mientras la ex presidenta manifestaba su intención de ponerse al frente del peronismo, otro ex presidente, Mauricio Macri, lanzó advertencias acerca del desorden del gobierno de Milei, pero añadió que mantiene su apoyo al libertario.
El presidente anunció que esta semana vetará la Ley de Financiamiento Universitario aprobada en el Congreso por la oposición que cuenta con amplia mayoría. El PRO, el partido de centro derecha de Macri, sumará sus votos en el Parlamento para intentar que Milei llegue a los 87 que necesita para sostener el veto a la ley.
El apoyo de Macri, sin embargo, llega con crecientes reticencias: "No se trata de un apoyo incondicional al gobierno (...). Habiendo pasado diez meses de gestión, el gobierno se encuentra en un conflicto agravado por cuestiones internas del propio gobierno, conflicto que con una gestión profesional y eficiente se podría haber evitado".