Carles Puigdemont mantiene su amenaza sobre Pedro Sánchez: forzar una cuestión de confianza o apoyar una moción de censura si el PP no lo trata "como a un terrorista"
Junts per Catalunya volvió a jugar ayer con la hipótesis de forzar la caída del Gobierno de Pedro Sánchez. Pese que su secretario general, Jordi Turull, trató por la tarde de enmendar la plana y alejar cualquier sospecha de pacto con el PP, las palabras que la presidenta, Laura Borràs, había pronunciado unas horas antes volvieron a poner sobre la mesa la posibilidad de que los populares cuenten con los mimbres necesarios para presentar una moción de censura.
«Participar en una moción con el PP y Vox es una auténtica fantasía, pero nuestros votos no están al servicio de ninguna otra fuerza política, son únicamente para Cataluña», quiso zanjar Turull el revuelo mediático que habían originado las declaraciones de Borràs en el programa La mirada crítica de Telecinco, donde admitió que su partido «no descarta absolutamente nada» cuando fue interrogada, expresamente, acerca de este procedimiento parlamentario en el que, en caso de éxito, el jefe del Ejecutivo se vería forzado a dimitir.
Borràs, que comparte el liderazgo orgánico con Turull desde el año 2022, pero que con toda probabilidad se verá obligada a ceder la presidencia a Carles Puigdemont en el congreso extraordinario que JxCat celebrará a finales de la próxima semana, solo coincidió con el secretario general a la hora de advertir al Gobierno que «no dé por hechos» los votos de los siete representantes de Junts en el Congreso de los Diputados para aprobar sus iniciativas, con la senda de estabilidad todavía pendiente de ser votada nuevamente para poder tramitar los Presupuestos Generales del Estado.
Moción de censura
La amenaza de los neoconvergentes a Sánchez no es nueva. De hecho, ha acompañado al presidente durante los 11 meses de su mandato. Pocos días después de la investidura, Puigdemont ya insinuó, en una conversación privada en Bruselas con líder del Partido Popular Europeo, Manfred Weber, que Junts podría sumarse a una hipotética moción de censura liderada por el PP, a mitad de legislatura, si el Gobierno incumplía sus compromisos. En declaraciones posteriores a Politico, el ex presidente de la Generalitat marcó el camino: «Para eso, el PP debe dar un paso hacia nosotros, no pueden seguir tratándome como a un terrorista».
Unas palabras que venían precedidas por los contactos secretos entre los populares y Junts tras las elecciones generales del 23-J y que resucitaron dos meses después, cuando el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en plena campaña de los comicios gallegos, llegó a mostrarse dispuesto a aceptar un indulto condicionado a Puigdemont en caso de que el dirigente independentista rinda cuentas ante la Justicia española.
Pese que Turull tratase de enfriar ayer la hipotética colaboración de las derechas para tumbar al Gobierno, sobre la mesa sigue estando presente otro instrumento parlamentario, la cuestión de confianza a la que tanto el propio Puigdemont como el PNV ya instaron a Sánchez a someterse a finales de abril tras anunciar su paréntesis de cinco días de reflexión. Si ahora se viera forzado a usar este mecanismo para seguir en el poder, el presidente necesitaría el respaldo de la mayoría simple del Congreso.