Piden cinco años de cárcel por vender droga para el asesino de las niñas de Alcàsser>
Días después del arresto, Ricart quedó en libertad con cargos y la obligación de comparecer en sede judicial cada dos semanas hasta la celebración del juicio, todavía sin fecha prevista. Al respecto, la Fiscalía mantiene que se se dedicaba a la distribución en pequeña escala de sustancias estupefacientes, sobre todo de cocaína y heroína. Califica que había convertido el tráfico de drogas en su «medio de vida» y que guardaba en el citado narcopiso todo el material ilícito.
En sus diez años de libertad tras abandonar en 2013 el centro penitenciario de Herrera de la Mancha gracias a la derogación de la doctrina Parot, Ricart ha vivido a caballo entre la marginalidad, la droga y la caridad. En 2021, fue localizado en un narcopiso de Carabanchel (Madrid) después de mudarse a Francia durante varios años. No obstante, nunca ha dejado de estar vigilado en el radal policial.
A las dos semanas de ser detenido, concedió su primera entrevista en treinta años al podcast de 'El Rincón del Disidente', donde arremetió contra Antonio Anglés, el otro considerado autor material del crimen de Alcásser y prófugo de la justicia en las últimas tres décadas, y sostuvo que «no pudo arrepentirse de algo que no hizo». A su antiguo amigo y compañero, lo calificó de «basura carente de humanidad y sentimientos. Un hombre muy frío y calculador«.
En referencia al caso Alcàsser, Ricart se autoproclamó una «cabeza de turco», puesto que «algunos le querían inculpar sin pruebas». «Me querían a mí», dijo, aunque insistió en que no recordaba dónde se encontraba el 13 de noviembre de 1992, el día que secuestraron a las niñas en la localidad de Picassent. «Ojalá me acordara, pero es imposible», matizó.