Puigdemont abandona Bélgica y se traslada a vivir al sur de Francia en plena precampaña electoral

Carles Puigdemont ha abandonado Bélgica y se ha trasladado a vivir al sur de Francia. El expresidente catalán se ha instalado en una casa de la región del Vallespir, a una treintena de kilómetros de la frontera española, y ha cerrado la que bautizó como Casa de la República en Waterloo. Desde su nueva morada, Puigdemont pretende aprovechar la cercanía con Cataluña para participar activamente en la campaña electoral por las elecciones catalanas del 12 de mayo y, de paso, preparar su regreso a España cuando entre en vigor la ley de amnistía.

Puigdemont se marchó a Bélgica en 2017 para evitar ser juzgado por su participación en la organización del referéndum ilegal de independencia del 1 de octubre. Pese a que sigue siendo eurodiputado, la decisión de irse de Bélgica responde a una voluntad suya, y de su partido, para ganar protagonismo en la campaña por las elecciones catalanas. No está previsto que Puigdemont participe en actos presenciales en suelo catalán, lo que implicaría un riesgo de ser detenido, pero Junts confía en que desde el Vallespir tenga capacidad para movilizar a la militancia y a votantes potenciales. El expresidente se mudó al sur de Francia durante la pasada Semana Santa, pocos días después de que se oficializara su candidatura a las elecciones catalanas. Puigdemont ya ha anunciado que su apuesta por regresar al mando de la Generalitat implica la renuncia a ser reelegido como eurodiputado en las próximas elecciones europeas, previstas para el próximo 9 de junio.

Este sábado Junts ha organizado un acto de precampaña en el municipio de Elna, también en el sur de Francia. Se espera la asistencia de más de 1.000 personas a un evento que supone la presentación oficial de los candidatos de lista de Puigdemont para el 12 de mayo. El expresidente ha acuñado una marca electoral a su medida, relegando incluso el nombre de su partido. La lista de “Junts+Puigdemont per Catalunya”, y el orden de los candidatos, ha sido decisión del propio Puigdemont. Su número 2 es la empresaria tecnológica Anna Navarro, sin experiencia previa en política, e introduce a más perfiles independientes en los puestos delanteros, como la escritora Ennatu Domingo y el historiador Agustí Colomines. Entre el núcleo duro de Junts sobresale Josep Rull, exconsejero de Territorio y uno de los condenados e indultados por el ‘procés’, que será el número tres, y Albert Batet, presidente del grupo parlamentario, como número 5, justo por detrás de la presidenta del Parlament Anna Erra.

Puigdemont ha optado por desplazar a nombres con trayectoría y responsabilidad dentro del partido para dar entrada a figuras independientes que le procuren una imagen de candidato “transversal”. En un comunicado, Junts alega que los fichajes responden a la idea, expresada por Puigdemont en Elna, el día que formalizó su candidatura, “de ir más allá de las costuras del partido” para “incorporar en lugares relevantes y de salida a personas que comparten la necesidad de sumar esfuerzos pemnsando en el país y en la nación”.

En 2012, también con Puigdemont como imagen en los carteles pero con Laura Borràs como candidat efectiva, Junts obtuvo 32 escaños y quedó en tercer lugar, por detrás del PSC y de ERC, con 33 cada uno. De cara al 12 de mayo, Junts admite que será complicado recortar la ventaja que las encuestas conceden a Salvador Illa y al PSC, pero la estrategia impuesta por el expresidente fija como prioridad quedar por delante de ERC. “Hay que ganar la liga doméstica”, en palabras de un diputado de Junts que ha quedado relegado en la nueva candidatura.

“Las listas incluyen la experiencia y pericia de aquellos que han liderado los trabajos parlamentarios la última legislatura, con el objetivo que la tarea de futuro del grupo parlamentario contribuía a la renovación del debate político”, manifiesta Junts per Catalunya.

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