Condenado a 24 años de cárcel 'El Pesca' por la muerte a machetazos de un joven en Toledo

Fernando Franco

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La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Toledo ha condenado a 24 años de cárcel por asesinato al autor de la muerte a machetazos de un joven, ocurrida en marzo de 2023 en Las Malvinas, una zona del barrio del Polígono de la capital regional. El tribunal impone también al acusado, conocido en el barrio como 'El Pesca' a la pena de inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena, así como el pago de indemnizaciones que suman 200.000 euros a los padres y al hermano de la víctima. Asimismo, deberá abonar las costas procesales, incluidas las de la acusación particular.

El caso fue enjuiciado mediante un tribunal del jurado, que emitió un veredicto de culpabilidad tras valorar un extenso conjunto de pruebas, entre ellas testificales, forenses y grabaciones de cámaras de seguridad. La magistrada presidenta destaca en la sentencia que la deliberación del jurado cumplió sobradamente con los requisitos de motivación racional exigidos constitucionalmente. La sentencia subraya además que la convicción de culpabilidad alcanzada por el jurado destruye la presunción de inocencia del acusado, al estar apoyada en una valoración conjunta, razonada y explícita de los medios probatorios.

Según los hechos probados, la madrugada del 12 de marzo de 2023, el acusado coincidió con la víctima y un amigo común en un local de ocio del barrio de Santa María de Benquerencia. Durante varias horas, compartieron bebidas y borms. Al cierre del local, los tres iniciaron juntos el camino de regreso a sus domicilios. A lo largo del trayecto, ya en la calle Río Alberche, en evidente estado de embriaguez, la víctima preguntó al acusado si le ocurría algo. Este, con una sonrisa, negó cualquier problema, pero de forma inmediata sacó un machete de su chaqueta, inmovilizó a la víctima por el cuello y le asestó múltiples puñaladas.

El ataque fue descrito como «rápido y brutal». La víctima intentó defenderse inútilmente alzando los brazos, momento que el acusado aprovechó para asestar una puñalada letal en la axila izquierda, seccionándole la arteria y las venas axilares. Una de las heridas atravesó el cuerpo de parte a parte, dejando marcada incluso la impronta de la empuñadura del arma en la piel. El joven todavía consciente caminó unos metros antes de desplomarse diciendo «me muero». Pese a los esfuerzos de su acompañante y de los servicios médicos, falleció poco después frente al centro de salud del barrio.

Tras la agresión, el acusado huyó corriendo, ocultó el arma -que no ha podido ser recuperada- y la ropa que vestía, y se escondió en su domicilio, donde ignoró dos requerimientos policiales. Horas más tarde, dejó una nota a una vecina avisando que iba a entregarse y se presentó ante los agentes apostados en las inmediaciones. La sentencia destaca que su actuación no puede ser considerada como confesión espontánea ni como colaboración efectiva, pues no facilitó el esclarecimiento de los hechos ni mostró arrepentimiento.

En cuanto a la calificación jurídica, la Audiencia Provincial considera que el asesinato fue cometido con «alevosía», al atacar sorpresivamente a una víctima desarmada, ebria y confiada, y con «ensañamiento», al aumentar deliberadamente su sufrimiento mediante múltiples heridas innecesarias para lograr el resultado mortal. La sentencia descarta las eximentes de alteración psíquica o intoxicación por alcohol alegadas por la defensa, basándose en la racional valoración del jurado y en los informes periciales, que no apreciaron alteraciones en las capacidades intelectivas o volitivas del acusado.

Respecto a la pena, el tribunal aplica la agravante de ensañamiento y considera que la brutalidad del ataque, la falta de motivo aparente y el aprovechamiento de la confianza de la víctima justifican la imposición de una condena de especial severidad. «El acusado causó la muerte de la víctima de manera brutal, sin propósito previo ni móvil conocido, actuando con total desprecio por la vida humana», señala la sentencia.

Además de la pena de prisión, el ahora condenado deberá indemnizar a cada uno de los padres de la víctima con 75.000 euros, y al hermano con 50.000 euros, cantidades que se incrementarán con los intereses legales.

Contra la sentencia cabe interponer recurso de apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha en el plazo de diez días.

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