Jaume Collboni pierde la cuestión de confianza en el Ayuntamiento de Barcelona y acelera la incorporación de ERC a su Gobierno

El guion estaba escrito. El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, no ha superado esta mañana la cuestión de confianza vinculada a la aprobación de los Presupuestos municipales y ahora la oposición tiene 30 días para proponer un alcalde alternativo al regidor socialista. La distancia ideológica entre el resto de grupos con representación en el Ayuntamiento de Barcelona hace a todas luces prácticamente imposible esa opción, lo que daría luz verde automáticamente a las cuentas públicas antes de mayo.

La sesión plenaria ha concluido con la intervención del alcalde del PSC, que ha asegurado que ya ha llegado el momento de "ampliar" su Gobierno, que cuenta solo con 10 concejales de los 41 de la corporación de la capital catalana.

Collboni no ha especificado el quién, pero sí el qué. Es decir, "dar continuidad a las políticas progresistas". De esas palabras, y a tenor del pacto presupuestario que alcanzó en febrero con Esquerra, única fuerza que hoy ha apoyado al alcalde en la cuestión de confianza, se infiere que los republicanos tendrán asientos en el equipo de gobierno a partir de mayo, una vez que las cuentas públicas entren en vigor.

La incorporación de ERC (cinco ediles), eso sí, dotaría de más solidez al Ejecutivo liderado por el PSC, pero el Gabinete de Collboni estaría lejos aún de los 21 regidores necesarios para disponer de mayoría absoluta.

La incógnita será si las relaciones con los comunes de la ex alcaldesa Ada Colau se reconducen para ampliar el Ejecutivo con un tripartito que complete la mayoría absoluta.