El asesino de la matanza de Praga confesó haber matado antes a un bebé y a su padre>

David Kozak

Tras una exhaustiva investigación, que aún sigue abierta, encontraron que días antes de sus crímenes Kozak escribía en su canal de Telegram: «Siempre quise matar. Pensé que en el futuro me volvería loco», y «Odio al mundo y quiero dejar el mayor dolor posible». El ataque con un arma de mira telescópica, duró unos veinte minutos, e hizo que estudiantes y profesores huyeran hacia una cornisa alta del edificio y otros se atrincherasen en las aulas.

El jefe de policía, Martin Vondrášek, apuntó que el tiroteo masivo era «un acto horrible, bien pensado» y la policía ya sospechaba que el joven de 24 años podría estar relacionado con la muerte de un padre de 32 años y su hija pequeña, que fueron hallados muertos con heridas de bala a mediados de diciembre.

Unas dudas que finalmente se han visto confirmadas con el hallazgo de una carta. El primero en informar de ello fue el periódico Denik N. Jan Daněk, portavoz de la policía checa, en un correo electrónico al periódico británico 'The Guardian' señalaba: «Puedo confirmar que encontramos una carta hablando de dos asesinatos en el bosque de Klánovický». Y la policía en su canal de Twittter, ahora X, indicaba: «Un análisis balístico demostró que el arma utilizada en el bosque era idéntica a un arma encontrada en la casa del pistolero de la universidad«, dijo 

La policía checa todavía no ha revelado ninguna posible motivación para estos dos asesinatos y afirmó que la investigación sigue en curso. Lo que se sabe es que el joven, que tenía permiso para tener armas de fuego y carecía de antecedentes penales, se cree que actuó inspirado por otro hecho similar ocurrido en el extranjero.

Según el diario escrito en Telegram, encontró modelos a seguir en dos casos en Rusia: la masacre escolar de un joven de 19 años, en Kazán, en mayo de 2021, y en el que hubo 9 muertos, le hizo pensar que valía «mucho más la pena cometer asesinatos en masa que asesinatos en serie»; y el ataque del 7 de diciembre ocurrido en Briansk por una adolescente de 14 años, que disparó con un rifle de caza en su clase, matando a un compañero, y después suicidándose.

Y los medios checos indicaron que Kozak era cliente habitual de una armería en Praga y, estaba en posesión de un «enorme arsenal de armas y municiones» con el que podría haber matado a un gran número de personas.

Asimismo, el ministro del Interior de la República checa, Vít Rakušan, escribía en redes: «Hace unos días vivimos dos hechos de violencia con tiroteos. Lo mínimo que podemos hacer por quienes se han visto dolorosamente afectados por estos acontecimientos es no aumentar su nerviosismo ni profundizar el trauma dejado por la violencia. y deseamos que el año 2024 sea lo más pacífico posible y celebremos su llegada con el mismo espíritu».

Mientras, la Facultad de Artes de la Universidad Carolina de Praga, donde tuvieron lugar los hechos, ha anunciado su cierre hasta al menos finales de enero. Y aclaró que no obligarán a los estudiantes a presentarse a sus exámenes de fin de este semestre, que termina el 12 de enero, permitiéndoles aplazar sus tareas debido al trauma que muchos todavía encaran.

La nación centroeuropea, de 10 millones de habitantes, sigue conmocionada. Al tiempo que las autoridades han reforzado su presencia en las calles para preservar la seguridad. No en vano, Kozak se ha convertido en el autor del peor tiroteo masivo en la historia del país.