Varias aerolíneas suspenden su vuelos a algunas ciudades rusas tras el accidente del avión de Azerbaijan Airlines
El derribo por parte de un misil ruso que causo la muerte de 38 personas de un vuelo de Azerbaiyán Airlines ya acarrea sus primeras consecuencias. Varias aerolíneas han anunciado que suspenderán los vuelos a ciudades rusas para evitar que la situación pueda volver a repetirse, informa Afp.
La compañía nacional de Turkmenistán, Turkmenistan Airlines, anunció el sábado que "los vuelos regulares Ashjabad-Moscú-Ashjabad están cancelados del 30/12/2024 al 31/01/2025", sin dar explicaciones.
Flydubai, por su parte, anunció la cancelación de sus vuelos entre Dubái y las ciudades de Mineralnye Vody y Sochi, en el sur de Rusia, previstos entre el 27 de diciembre y el 3 de enero.
La compañía kazaja Qazaq Air ha suspendido sus vuelos a Ekaterimburgo, en los Urales, hasta finales de enero.
Siguen los pasos de la compañía israelí El Al, que indicó el jueves que suspendía sus vuelos a Rusia durante una semana debido a la situación "en el espacio aéreo ruso".
El miércoles, un avión Embraer 190 de la compañía azerbaiyana Azerbaijan Airlines se estrelló en Aktau, en el oeste de Kazajistán, en la orilla oriental del mar Caspio, cuando el avión debía conectar Bakú con Grozni, en la orilla opuesta.
Varios expertos occidentales llevan varios días apuntando a la hipótesis de un accidente debido al disparo de un misil antiaéreo ruso. El viernes, Washington indicó, sin más detalles, que tenía elementos que sugerían tal disparo.
"Hemos visto indicios preliminares que sugieren la posibilidad de que este avión haya sido derribado por los sistemas de defensa aérea rusos", dijo el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby.
El Kremlin, por su parte, se niega a hacer comentarios y afirma que está a la espera de los resultados de la investigación llevada a cabo por las autoridades azerbaiyanas y kazajas. Hasta ahora se han abstenido de señalar la responsabilidad del ejército ruso.
Las autoridades rusas, por su parte, citaron un ataque con drones ucranianos contra Grozni, capital de Chechenia, el día del desastre, así como una espesa niebla.
Aerolíneas de Azerbaiyán indicó que, según los primeros elementos de la investigación, el accidente se debió a "interferencias externas, físicas y técnicas".
El diputado azerbaiyano Rassim Mousabekov confirmó que se estaba examinando la posibilidad de un "ataque de defensa antiaérea ruso" y que las imágenes del fuselaje agujereado sugerían tal disparo.
Treinta y ocho de las 67 personas a bordo del avión murieron cuando el avión se estrelló y se incendió.