Las bajas laborales, imparables, crecen otro 10% en el primer trimestre de este año
Durante el primer trimestre se percibe «una tendencia desfavorable» de este tipo de contingencias, según apunta la patronal, al reflejar cómo hay 162.738 casos más que los registrados en el inicio del año pasado. Para explicar esta realidad sociolaboral, todos los análisis apuntan a un incremento de las bajas -que se acentuó con la pandemia- por la saturación de la sanidad, el envejecimiento de las plantillas o los nuevos casos que afectan cada vez a más trabajadores, como los vinculados a las enfermedades mentales o los diagnósticos traumatológicos.

Bajas laborales en
el primer trimestre
Procesos iniciados
de enero a marzo
de cada año
1.793.246
775.996
2018
19
20
21
22
23
24
25
Fuente: Informe Mercado Laboral
y Negociación Colectiva CEOE
ABC

Bajas laborales en el primer trimestre
Procesos iniciados de enero a marzo de cada año
1.793.246
1.607.251
1.500.000
1.384.939
1.630.503
1.317.782
1.216.061
1.169.430
1.000.000
775.996
500.000
2018
2019
2020
2021
2022
2023
2024
2025
Fuente: Informe Mercado Laboral y Negociación Colectiva CEOE
ABC
Ante este contexto, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, pidió ayer mismo a los sindicatos que se preocupen más por el absentismo que por la reducción de la jornada. «Eso sí que es un problema y de eso sí tenemos que hablar», insistió. El líder de la patronal recordó que las horas reales de trabajo son 33 o 34 a la semana, frente a las 37,5 horas que se quieren generalizar o las 40 que marca la ley. Garamendi recuerda que «de los 21 millones de ocupados, cada día hay 1,4 millones que, por un motivo u otro, no van a trabajar». Y apostilla: «Unas 350.000 no son por causas médicas».
La incapacidad temporal se ha convertido en uno de los principales problemas del mercado laboral, tal y como vienen quejándose las empresas desde hace años; como reconocen los sindicatos; y como admite el propio Ministerio de Seguridad Social, que ha abierto una mesa de diálogo social para hacer frente a una situación que con el nuevo año se ve imparable, a tenor de los registros hasta marzo.
Un 50% más en seis años
Este incremento de los procesos por incapacidad temporal sigue la senda ascendente que ya dejó el final de 2024, cuando se contabilizaron 5,8 millones de casos iniciados, según AMAT, lo que suponía un crecimiento superior al 4% en términos interanuales. En los seis últimos años, desde 2018, el incremento de este tipo de bajas ha rozado también el 50%.
De esa realidad subyace el otro problema vinculado directamente a la gestión de la incapacidad temporal por contingencias comunes: el coste económico que supone esta protección, cuya factura es cada vez más elevada. El importe que han asumido las empresas en el primer trimestre del año se ha incrementado un 10,3% hasta los 4.808 millones de euros. Es decir, casi 500 millones más que en el primer tramo de 2024.
De esa cuantía próxima a los 5.000 millones, un récord para un primer trimestre de cualquier año en la serie histórica de registros laborales, el coste en prestaciones económicas a cargo de las mutuas colaboradoras ha crecido un 8,3% hasta los 2.565 millones de euros; y la factura en concepto del coste directo para las empresas (el de las prestaciones de las mutuas más las cotizaciones sociales, así como complementos y mejoras recogidos en convenios) se ha disparado un 12,5% hasta superar los 2.242 millones de euros en ese periodo.
A ese coste empresarial se unen, además, las prestaciones que abona la Seguridad Social en concepto de incapacidad temporal, cuando corresponde, con un impacto que solo el año pasado supuso un desembolso de más de 15.000 millones de euros para las arcas del organismo que gestiona las prestaciones y pensiones. De hecho, se trata del capítulo de gasto que más creció, al incrementarse en un 19%.
El laberinto en el que se han adentrado las bajas laborales deja una realidad en la que prácticamente todos los datos empeoran: la incidencia media mensual por cada 1.000 trabajadores ha aumentado casi un 6% hasta rozar los 38 casos; y la duración se reduce sensiblemente por debajo de los 37 días de baja, pero con muchos matices, sobre todo en los casos de tratamientos más prolongados.
Los procesos abiertos entre enero y marzo cuya duración es superior al año siguen incrementándose con el paso de los meses. En concreto, los de más de 365 días aumentan un 18%; los de más de 18 meses (el plazo máximo para que se otorgue la incapacidad por parte de la Seguridad Social) han aumentado un 15,5%. E incluso los que superan los dos años -aunque son los de menor número- se han incrementado más de un 77%.