Irán saca pecho con maniobras militares masivas ante el regreso de Trump

En los próximos días Irán llevará a cabo un despliegue de fuerza sin precedentes, con maniobras militares masivas, la prueba de sistemas de defensa en instalaciones nucleares y la revelación de ciudades subterráneas repletas de armamento. Este ejercicio de grandilocuencia que se alargará durante tres meses, coincide con el debilitamiento de aliados de Teherán en la región -el régimen de Bashar Asad en Siria, la milicia Hizbulá en Líbano- y con el regreso a la presidencia estadounidense de Donald Trump, que prometió "máxima presión" contra Irán en su nueva legislatura.

Las autoridades iraníes han bautizado la operación como "fuerza" y contará con la participación de la mayoría de los cuerpos militarizados del país, desde el ejército a la Guardia Revolucionaria -una rama independiente de las fuerzas armadas- y también las fuerzas paramilitares Basij. La agencia de noticias Tasnim informó de que la primera fase de los "ejercicios conjuntos de 'Fuerza'" ha empezado con maniobras militares cerca de las instalaciones nucleares de Natanz, en el centro del país, "bajo las órdenes del comandante del cuartel de defensa aérea".

La emisora agregó que la Guardia Revolucionaria estaba llevando a cabo "una defensa total" del lugar "contra una multitud de amenazas aéreas en duras condiciones de guerra electrónica", sin dar más detalles sobre qué tipo de dificultades enfrenta la seguridad del país. Un día antes la Guardia Revolucionaria anunció la prueba de nuevos sistemas de defensa en varios puntos del país, tecnología que según varios análisis, quedó severamente dañada en el segundo ataque directo de Israel contra Irán en octubre del año pasado.

La revelación de estas maniobras militares ha ido acompañada de nuevo de amenazas contra Israel, en medio de las tensiones regionales desatadas tras la guerra en la Franja de Gaza, que ha disparado los ataques entre Tel Aviv y el Eje de Resistencia, la alianza de fuerzas paramilitares bajo la influencia de Teherán. "El enemigo sabe que los cielos de los territorios ocupados están despejados y no podemos defendernos. Podemos actuar contra Israel con mayor magnitud, velocidad y precisión. La producción de nuestras armas y misiles sigue avanzando día a día", declaró el portavoz de la Guardia Revolucionaria, Ali Mohammad Naeini. El general señaló que los ejercicios se alargarán hasta mediados de marzo y que responden a "nuevas amenazas a la seguridad", aunque no dio más detalles.

Aparte de los ejercicios en lugares clave para el enriquecimiento de uranio, las fuerzas navales también se desplegarán en el estrecho de Ormuz, punto estratégico para un tercio del comercio mundial de petróleo y que Irán usa -amenazando con su cierre- como arma arrojadiza contra sus enemigos. Por otro lado, se espera que revele imágenes de instalaciones militares subterráneas, descritas como "ciudades de misiles y drones", con nuevos aviones no tripulados. Estas estructuras están supuestamente construidas a más de cien metros bajo tierra para protegerlas contra ataques aéreos.

El golpe de fuerza de Irán se produce días después de que el medio estadounidense Axios, revelara que el presidente Joe Biden estaba sopesando un ataque contra las instalaciones nucleares de Irán antes de pasar el relevo de su cargo a Donald Trump.

Como en anteriores ocasiones, ante los desafíos regionales Irán responde con más represión a nivel nacional, en un intento de evitar una mayor desestabilización del régimen. Mientras el gobierno continúa gestionando la aplicación de nuevas multas para las mujeres que desafíen la imposición del velo islámico, aumentan las protestas por la escasez de gas y electricidad que ha provocado el cierre de instituciones y comercios durante días, así como las manifestaciones de miles de funcionarios jubilados que no reciben sus pensiones. En el último año se han disparado además las ejecuciones, con 901 en 2024, la mayor cifra desde 2016. "Ya es hora de que Irán detenga esta ola de ejecuciones que no deja de crecer", aseguró Volker Türk, el alto responsable de derechos humanos de la ONU.