El Ayuntamiento ha reaccionado tras las quejas y, como primera medida, va a cambiar el lugar físico de algunas de las paradas de Tussam, tanto en el barrio de Sevilla Este como en la avenida Kansas City, para así descongestionar de autobuses algunos tramos de carreteras y que los coches particulares puedan transitar con algo más de fluidez. También está dando prioridad semafórica a la avenida alcalde Luis Uruñuela con el objetivo de agilizar la salida de coches y evitar así los grandes atascos a primera hora de la mañana, en la que confluyen la entrada en los niños en las aulas de colegios e institutos y los que se desplazan a sus lugares de trabajo.
En el Consistorio permanecerán atentos al desarrollo de estas medidas y a otras posibles actuaciones, sabedores de que todo gran cambio en las vías de circulación principales de una ciudad genera una incertidumbre que tarda un tiempo en volver a la normalidad. ABC fue testigo este jueves de cómo algunos conductores aún se muestran dubitativos sobre la nueva señalización y los malentendidos entre vehículos merced a la reducción de carriles en la avenida Kansas City a su paso por el pabellón de San Pablo.
El tranvibús fue una idea que partió del anterior gobierno municipal socialista, que planteó este transporte como alternativa a la prevista línea 2 del metro de Sevilla. Esta línea tenía previsto conectar la ciudad de este a oeste. Su trazado previsto partía desde el barrio de Torreblanca, atravesando Sevilla Este y el Palacio de Congresos, Montes Sierra, Kansas City, la estación central de Santa Justa, José Laguillo, la Plaza del Duque y la estación de Plaza de Armas, para finalmente cruzar el río y llegar la Cartuja. Sin embargo, hace una década la Junta de Andalucía prefirió priorizar el desarrollo de la línea 3 del metro, cuyas obras se encuentran ahora mismo en plena ejecución, y que une Pino Montano con Bellavista. Ante esta tesitura, el partido socialista impulsó como alternativa potenciar el tranvibús, un transporte público para unir Sevilla Este con el centro por encima de la superficie.
Al actual alcalde, el popular José Luis Sanz, el proyecto no terminaba de agradarle, pero tuvieron que hacerle frente porque el mismo ya estaba iniciado y estaba respaldado por unos fondos europeos que podían perderse de no llegar llevarlo a cabo. «No es la solución para estos barrios sino, evidentemente, la línea 2 del Metro, pero es un proyecto que nos encontramos encima de la mesa y que vamos a llevarlo a cabo», señaló ante los medios el propio Sanz cuando valoró el inicio de las obras de este tranvibús que ya alcanza su sprint final.
Sin final en Santa Justa
Hasta que se culminen los trabajos de ampliación a la Plaza del Duque en el verano del año que viene, la línea TB1 del tranvibús no culminará en los alrededores de la estación de Santa Justa, sino que se adentrará hacia el barrio de Nervión, ofreciendo así una nueva alternativa de movilidad a los vecinos de Sevilla Este y Torreblanca.
Esta primera línea del tranvibús tendrá un recorrido de 8,25 kilómetros que partirá desde la avenida Pero Mingo y continuará por las del Deporte, la Aeronáutica, las Ciencias y Alcalde Luis Uruñuela. A partir de ahí, su trazado irá por la avenida de Montes Sierra –la zona donde las obras están más atrasadas– y calles del Polígono de San Pablo como Ada y Éfeso, para desembocar en Kansas City y la estación de Santa Justa, aunque por ahora seguirá hacia Nervión. Contará con 14 paradas por sentido, una velocidad comercial de 22 kilómetros por hora, frecuencias de paso en hora punta de 5 minutos y una oferta de 44.400 plazas diarias. La estimación es que se vean beneficiados por su estreno unos 120.000 vecinos.
Está por ver si, finalmente, estos vecinos terminan de ver este tranvibús como un problema, o como una solución al tráfico.