El Gobierno francés afronta hoy una moción de censura histórica que puede hacerlo caer

Este miércoles por la mañana, una televisión mostraba imágenes del presidente francés, Emmanuel Macron, paseando por el desierto de Arabia Saudí. Es una imagen que viene muy al caso, pues Francia hoy podría quedarse sin Gobierno y afronta una situación de incertidumbre como no ha vivido en décadas. Si los bloques de la oposición (el de izquierda y el partido de extrema derecha de Marine Le Pen) votan a favor de la moción de censura presentada por los primeros, el Ejecutivo liderado por el conservador Michel Barnier caerá esta tarde. Es la primera vez que ocurre desde 1962.

Pero la situación actual en Francia es inédita. No hay memoria en la que bucear para encontrar algo parecido: la Asamblea está profundamente fragmentada en tres bloques irreconciliables (el de izquierda, la extrema derecha y los aliados macronistas, el centroderecha), el presidente está profundamente desgastado y no hay mayoría en la Asamblea. El actual Ejecutivo fue nombrado hace solo tres meses.

La sesión parlamentaria que votará la propuesta empieza a las 16:00 horas, aunque el debate se alargará. El Gobierno empieza a hacer cuentas porque podría salvarse si hay un puñado de diputados que no se suman a la moción, a pesar de la consigna dada por sus respectivos partidos. Necesitan una cuarentena de diputados. Confían en poder contar con algunos díscolos, sobre todo dentro del Partido Socialista. Aquellos que consideran que votar con la extrema derecha es saltarse una línea roja.

Hasta ahora en Francia, los partidos siempre se han alineado entre ellos con el solo objetivo de impedir a la extrema derecha avanzar o ganar en las urnas. Es lo que se llama el cordón sanitario o republicano contra Marine Le Pen. Ahora ocurre que los partidos van a votar juntos, pero contra el Gobierno, cuyo primer ministro fue nombrado por Emmanuel Macron, que es en realidad quien concentra todo el hastío político.

La extrema izquierda de La Francia Insumisa, liderada por el polémico Jean-Luc Mélenchon, votará la misma censura con la extrema derecha de Marine Le Pen. Ambas formaciones han agitado el fantasma del otro, pero ahora se unen contra Macron. "Poco importa quién es el partido que está en el origen de la moción", ha dicho Jordan Bardella, presidente de Reagrupamiento Nacional, el partido de Le Pen.

La moción de censura se presentó el lunes después de que el primer ministro aprobase los presupuestos para este año por decreto, sin pasar por el voto del Parlamento, haciendo uso del artículo 49.3 de la Constitución que lo permite. Son las cuentas más austeras en décadas. "Son un peligro para Francia", ha justificado Bardella.

Macron dijo el martes que no piensa dimitir y que seguirá hasta que acabe su mandato en 2027. Hasta entonces, parece difícil que el país pueda salir del bloqueo político. Macron, de visita en Arabia Saudí, no puede volver a convocar elecciones legislativas hasta que pase un año de las últimas (fueron en junio). Hasta verano, no podría hacerlo. Tendrá que nombrar un nuevo primer ministro, aunque teniendo en cuenta la inestabilidad, no serán muchos los que quieran asumir el cargo. Si se consuma la moción de esta tarde, Barnier habrá sido el primer ministro más breve que ha tenido Francia.