Cosentino pagará un plus económico a los trabajadores expuestos al polvo de sílice
La multinacional almeriense ha llegado a un acuerdo con los sindicatos que han reclamado compensaciones por el potencial riesgo en la producción de Silestone
El acuerdo supone prohibir no solo la fabricación, sino también la instalación o la importación de este material. La medida será efectiva a partir del 1 de julio de 2024 en la mayoría de los estados y territorios, convirtiéndose en la primera nación del mundo en tomar dicha iniciativa.
La restricción, anunciada este miércoles, se basa en la recomendación emitida hace un mes por 'Safe Work Australia', la entidad encargada de la seguridad laboral del país. Esta entidad había llegado a la conclusión de que el aumento «drástico» de casos de silicosis en los trabajadores australianos estaba vinculado a la fabricación, corte y manipulación de encimeras de piedra artificial, y no al uso común en la cocina.
De hecho se otorgarán excepciones únicamente para la retirada, reparación o pequeñas modificaciones en las encimeras ya instaladas, las cuales no han planteado preocupaciones sobre su seguridad para los usuarios.
Desde la década de los 2000 la piedra artificial se ha posicionado como una alternativa más económica a materiales naturales, como el granito o mármol. Sin embargo, esto ha llevado a un aumento en los casos de silicosis.
La silicosis es una enfermedad producida por la inhalación de polvo con contenido en sílice. El polvo de sílice es un material abrasivo que puede raspar y rasgar el revestimiento de las fosas nasales y respiratorias. Además, la inhalación de este material provoca que se formen depósitos minerales en los bronquiolos y alveolos.
En sus primeros estadios no se detecta y no presenta síntomas. Tampoco existe un tratamiento para curarla, aunque sí se puede prevenir. Es, por tanto, una patología activa, evitable, pero no tratable.
A medida que transcurre el tiempo, numerosas personas experimentan dificultades respiratorias durante la actividad física. Los daños provocados a nivel celular desembocan en un proceso inflamatorio que se termina traduciendo en fibrosis, una cicatrización progresiva que hace que el pulmón pierda funcionalidad y fuerza.
En ocasiones, esta dificultad para respirar evoluciona hacia la falta de aliento, incluso en momentos de reposo. Además, algunas personas presentan tos acompañada de la producción de esputo (mucosidad que se genera en los pulmones).
Otros países, como EE.UU. o Reino Unido, están barajando tomar medidas similares a la de Australia para frenar la silicosis. La autoridad de seguridad y salud en el lugar de trabajo del Reino Unido, el Ejecutivo de Salud y Seguridad (HSE), considera que el polvo de sílice es «el mayor riesgo para los trabajadores de la construcción después del amianto».