Juicio por el asesinato de Manuela Chavero: el presunto asesino, cada vez más acorralado

Eugenio Delgado, el presunto asesino de Manuela Chavero el 5 de julio de 2016 en Monesterio (Badajoz), y que luego enterró el cuerpo de su vecina en una finca de su propiedad donde permaneció más de cuatro años hasta su detención, se encuentra cada vez más acorralado en el juicio de caso que llega este miércoles a su tercera jornada en la Audiencia Provincial de Badajoz. Los testimonios de peritos, de los propios agentes de la UCO, las intervenciones telefónicas en su móvil y las contradicciones en su relato le ponen contra las cuerdas ante los nueve miembros del jurado que tiene que decidir si es culpable no sólo del asesinato de la mujer sino también si hubo agresión sexual. Y todos los indicios en las tres sesiones del juicio celebradas hasta la fecha apuntan a este móvil -el de la agresión sexual y posible violación (aparecieron restos de su semen en el cuerpo de la víctima)- podrían condenarle a prisión permanente revisable, como piden las acusaciones particulares y el Ministerio Fiscal.

Los agentes han declarado que Eugenio les aseguró, en una conversación "espontánea" que si encontraban semen en el cuerpo de Manuela era suyo, pero tras una relación sexual consentida. Sin embargo, en la primera jornada del juicio, el acusado negó estas manifestaciones, pero los agentes le dan total veracidad. En este sentido, una testigo (pareja de un amigo de Eugenio) ha declarado que se lo encontró por sorpresa una noche a las cuatro de la mañana, cuando ella regresaba del trabajo, y él le agarró "fuerte por el brazo" y le confesó que estaba enamorado de ella. «Me dijo que, si no era suya, no iba a ser de nadie». La chica reconoció que sintió «miedo». Este testimonio confirma una de las tesis de la investigación: que el joven (entonces tenía 23 años) estaba obsesionado con su vecina, recién divorciada (42 años cuando murió).

EL SEPRONA

En la mañana de hoy, agentes del Seprona de la Guardia Civil han desmontado la tesis del acusado, quien había señalado en un vídeo que se mostró en el juicio el pasado lunes cuando acompañó a la UCO para la reconstrucción del caso que el cuerpo de la víctima se le cayó del tractor cuando la iba a enterrar en un agujero y que, debido a ello, la autopsia desveló que el cuerpo se encontraba con múltiples golpes, heridas e importantes fracturas.

Eugenio Delgado señaló que el sol le deslumbró y la pala del tractor donde transportaba el cuerpo de Manuela cayó al suelo: "Jamás le pudo deslumbrar el sol, si él lo dice, pues miente", ha señalado el jefe del Seprona.

El acusado ha sostenido siempre que dejó a la víctima en su finca tras trasladarla desde su casa donde falleció de forma "accidental", según su versión, y que tras dejar el cuerpo sobre el campo regresó a su vivienda. Luego, al alba, volvió a la finca y decidió enterrarla, desnuda, y para ello utilizó un tractor. Serían aproximadamente las 7.00 de la mañana. A esa conclusión ha llegado el Seprona tras un estudio de las coordenadas geográficas exactas del terreno donde se enterró a Manuela (finca 'La Dehesa' a unos 5 kilómetros del núcleo urbano) y la dirección que tomó el tractor para enterrar a la víctima.

Los agentes realizaron a pie el itinerario que presuntamente realizó Eugenio Delgado desde la caseta en la que estaba el cuerpo de Manuela Chavero, hasta donde fue enterrada, pasando por el "punto concreto donde el acusado dice que se le cayó el cuerpo de Manuela". En el informe realizado, se asegura que "a todas luces" si el tractor circulaba rumbo sur en dirección hacia donde enterró el cuerpo de Manuela Chavero, "de toda la vida y seguirá siempre siendo así, el sol sale por la derecha y se pone por la izquierda, y eso es en Monesterio, en Pekín, en Costa Rica y en cualquier sitio", ha señalado el jefe de la investigación del Seprona, quien ha declarado de forma rotunda: "Está mintiendo", en referencia al acusado.

De igual manera lo han manifestado dos técnicos del Instituto Geográfico Nacional, quiénes en su declaración han señalado que, de acuerdo a las coordenadas que les ha facilitado la Guardia Civil, el sol saldría el 5 de julio de 2016 a las 7.08 horas en ese lugar, "en un horizonte plano absolutamente", por lo que los rayos no le pudieron deslumbrar, advirtiendo además que a esa hora todavía el sol todavía no había salido de forma completa.

CONVERSACIONES TELEFÓNICAS

A primera hora, han declarado este miércoles tres agentes de la UCO, que desvelaron conversaciones de Eugenio Delgado con prostitutas a través de su teléfono móvil -tanto un Iphone 7 como otros que tenía en su casa- en la que se mostraba interesado por "prácticas agresivas o más violentas", sobre las que el acusado siempre buscaba una posición "de dominación". Así, se ha expuesto que el acusado pretendía "insultarlas, darle bofetadas, prácticas que conllevan dolor. Quería que se encogiesen de dolor, poder hacerlas sangrar por el morbo". Así, tenía entre sus contactos nombres como 'Sumisa', 'EmbarazadaMérida' o 'MamadaCórdoba' para identificar a las mujeres que ejercían la prostitución, mujeres que ante el tono de las peticiones se niegan a practicar "esas brutalidades".

Además, estos agentes han explicado que el acusado cambió las claves de sus dos cuentas de correo electrónico para dificultar que la investigación interviniera los correos. Según los agentes, en todas las conversaciones "siempre adopta una posición de dominación" y "hace hincapié en que sangre, y que lo que a él le produce morbo" e incluso "pasar un mal rato a la mujer".

En esta línea, los agentes han desvelado que el acusado se llegó a desplazar a La Rinconada (Sevilla) para quedar con una mujer que ejercía la prostitución, pero al final ésta se negó a someterse a las prácticas que deseaba.

La sorpresa en el juicio ha llegado cuándo se ha desvelado por parte de la UCO que en el móvil de Eugenio Delgado se encontró una fotografía fechada en octubre de 2016 en la que aparece el acusado y otro individuo subidos en la pala de un tractor en la finca donde tenía enterrado el cuerpo de Manuela Chavero desde el mes de julio de ese año. Para los agentes esa imagen "deja entrever un poco y perfila un poco, pues que a lo mejor esta persona no interioriza o tiene ese desprecio por la vida o por la vida de, en este caso, Manuela Chavero".