El Gobierno de Sánchez ignora el auge de la ruta argelina hacia Baleares y se limita a prometer «una mirada preferente»
El Gobierno de Pedro Sánchez continúa sin reconocer oficialmente la ruta migratoria que une Argelia con el archipiélago balear, a pesar del desbordamiento operativo que denuncian las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y del crecimiento descontrolado de llegadas en los últimos años.
La secretaria de Estado de Migraciones, Pilar Cancela, visitó este miércoles Ibiza con el que ha sido, hasta ahora, el único gesto del Gobierno central ante una crisis migratoria que no deja de agravarse en las Islas.
«Baleares necesita una mirada preferente», aseguró Cancela, según recoge Europa Press, aunque no fue más allá de esta declaración genérica y evitó pronunciarse sobre si existe una ruta consolidada desde las costas argelinas.
Todo ello, en un contexto en el que los datos reflejan una presión migratoria sostenida, tras el repunte récord de 2024,-cuando las llegadas crecieron más de un 150 %-, y con una cifra de interceptaciones en 2025 que mantiene niveles preocupantes, especialmente en zonas sensibles como Cabrera, Formentera o la costa sur de Mallorca, donde continúan arribando embarcaciones precarias desde Argelia.
Goteo de pateras
Este miércoles la Delegación de Gobierno ha informado de la llegada de un total de 15 inmigrantes de origen magrebí rescatados tras llegar en patera a 13 millas al sur de Formentera. El rescate tuvo lugar ayer a las 19.22 horas y en el operativo intervino Salvamento Marítimo.
Los sindicatos policiales llevan tiempo advirtiendo de la saturación de medios y de la falta de refuerzos. La propia Cancela reconoció que existe una «realidad que se va incrementando de manera exponencial» y que «los hechos hablan por sí solos», aunque sin avanzar un plan concreto.
Mientras las mafias aprovechan la ruta entre Argelia y Baleares por la escasa vigilancia marítima en esta zona, el Gobierno central aplaza cualquier decisión a medio plazo. «Hay que establecer un protocolo de atención», alegó la secretaria de Estado, escudándose en la dificultad logística para actuar en puntos sensibles como Formentera y Cabrera, donde -dijo- «es muy difícil establecer un soporte para poder derivar cuanto antes a esas personas».
Ni un solo anuncio sobre refuerzos de Salvamento Marítimo, Guardia Civil o infraestructura de acogida. Tampoco un plan específico para abordar el repunte de llegadas que se produce cada verano, coincidiendo con el turismo y el buen estado del mar. Cancela se limitó a prometer que el Ejecutivo «va a demostrar con hechos estos compromisos» y que se intentará trabajar de forma coordinada con otras administraciones.
Contingencia migratoria extraordinaria
Por su parte, el delegado del Gobierno en Baleares, Alfonso Rodríguez, advirtió durante la misma reunión celebrada en Ibiza que, si se mantiene el ritmo actual de llegadas, las Islas podrían entrar antes de fin de año en una situación de «contingencia migratoria extraordinaria». Una figura prevista en el Real Decreto-ley 2/2025, que permitiría activar mecanismos de apoyo entre comunidades autónomas para aliviar la presión sobre el sistema de acogida balear.
«Baleares están recibiendo un flujo migratorio muy elevado. Es muy posible que, si seguimos a este ritmo, seamos comunidad en contingencia migratoria», afirmó Rodríguez, señalando que, de producirse esa situación, serán otras autonomías las que deban colaborar en la acogida de menores migrantes no acompañados, dada la saturación de los recursos actuales. El decreto en cuestión establece que se declarará este estado excepcional cuando el sistema de tutela de menores extranjeros triplique su capacidad ordinaria, como ya sucede en Canarias y Ceuta.
En 2024, más de 5.800 migrantes llegaron en casi 350 pateras, lo que supuso un incremento superior al 150 % respecto a 2023. En lo que va de 2025, el ritmo no ha remitido: solo en el primer semestre ya se han interceptado 139 embarcaciones con 2.856 personas a bordo, y se han contabilizado al menos 300 migrantes muertos o desaparecidos en su intento por alcanzar las islas. Unos datos que confirman el carácter estructural de la ruta argelina hacia Baleares, pese a que el Gobierno central aún evita reconocerla oficialmente o desplegar recursos proporcionales a la magnitud del fenómeno.
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