La Generalitat se desmarca de la política fiscal autonómica porque "ya negocia una financiación singular para Cataluña" con el Gobierno

La Generalitat quiere tratar exclusivamente de tú a tú con el Gobierno de Pedro Sánchez la financiación de Cataluña y no en los foros en los que participan el resto de comunidades autónomas.

La consejera de Economía y Hacienda, Natàlia Mas, no acudirá al Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) que se reúne este lunes en Madrid y enviará, en su lugar, al secretario general del departamento, Josep Maria Vilarrúbia, y a la directora general de Presupuestos, Esther Pallarols.

La consejería argumenta que "es una reunión donde se transmite información, pero no se debate ni se negocia nada, ya que el Estado cuenta siempre con la mayoría absoluta de los derechos de voto". Además, recuerdan fuentes de Economía, "la Generalitat ya tiene abierta una negociación para conseguir una financiación singular para Cataluña".

Ausencias del Govern

No será esta la primera vez que el Govern se ausenta del CPFF. Durante varios años, el procés sirvió de excusa para que la silla catalana en el Consejo fuese ocupada por un representante de segundo rango o incluso quedase vacía. De hecho, la actual consejera llegó a acudir a esas reuniones cuando era la secretaria de Finanzas Públicas del hoy president Pere Aragonès en su etapa de vicepresidente y consejero de Economía y Hacienda (entre 2018 y 2021).

Desde la presencia de Oriol Junqueras en el CPFF de diciembre de 2016 pasaron más de cuatro años hasta el regreso de un conseller al cónclave del Gobierno y las autonomías, con la presencia en julio de 2021 del ex directivo de La Caixa Jaume Giró (Junts) como titular de la cartera de Economía.

La Generalitat, además, tampoco tiene intención de tener un papel protagonista en la reforma del sistema de financiación autonómica, caducado desde hace diez años. "No iremos de la mano de Isabel Díaz Ayuso ni de Emiliano García-Page para pensar en un sistema global para todas las comunidades", advirtió ya Aragonès justo después de las elecciones del 23-J, cuyos resultados dejaron a Sánchez a merced de los partidos independentistas.

La "mejora de la financiación de Cataluña" fue uno de los puntos acordados por el PSOE con Esquerra Republicana en el pacto para facilitar la reelección de su secretario general como presidente del Gobierno. Los republicanos habían situado este asunto en la campaña electoral como una de sus condiciones para votar a favor de la investidura de Sánchez.