Acepta ocho años de cárcel por embestir con el coche a su mujer y golpearla con un bate en Bembibre (León)>

En virtud del acuerdo deberá cumplir a siete años, seis meses y un día de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa con los agravantes de parentesco y discriminación de género, así como a otros seis meses de cárcel por un delito de violencia habitual sobre su mujer, informa Ical.

También se le impone una multa de 90 euros por un delito de lesiones, 56 días de trabajo en beneficio de la comunidad por otro continuado de amenazas en el ámbito familiar y 20 días de localización permanente por un tercero continuado de injurias.

Además, el condenado deberá indemnizar con 32.395 euros euros a la que fuera su pareja «por las lesiones y secuelas físicas y por daños morales» y con más de 3.737 a la madre de esta «por las lesiones y secuelas físicas».

JM.R.F. mantuvo una relación sentimental con C.R.R. durante 25 años, que estuvo marcada por «el carácter controlador y dominante» de él, y tenían dos hijos en común. Según relató la Fiscalía en su escrito de calificaciones previas, el varón «controlaba de forma obsesiva» a su mujer y ejercía una «violencia psicológicas» que «también se concretaba en amenazas», ya que le decía que «si no le obedecía le daría una hostia» o que «si le dejaba la mataría».

Esta conducta «violenta y de control» se vio «incrementada» cuando C.R.R. decidió romper la relación, tras lo que JM.R.F. la buscaba en todo momento, utilizaba a su hija para saber de ella y publicaba estados de Whatsapp de contenido «vejatorio y amenazante» dirigidos a su expareja, con frases como 'Eres una arruina vidas pero ya lo pagarás de alguna manera' o 'La liaste cojonuda, pero tranquila que arrieros somos y en el camino nos encontraremos'. Además, en una llamada, le dijo que «anduviera con vista porque se la iba a preparar» y que si le denunciaba «se iba acordara de lo que iba a pasar» porque «no la iba a dejar tranquila, le iba a arruinar la vida e iba a hacer de su hija una puta como era ella».

Todos estos hechos llegaron a su máxima expresión el 11 de julio de 2022, cuando el condenado embistió con su coche al vehículo en el que circulaban la víctima y su madre. Después de ello, se apeó, se dirigió al asiento del conductor, en el que se encontraba C.R.R., y comenzó comenzó a golpearla «con violencia desmedida» en la cabeza y en los riñones con un bate de madera de 47 centímetros, mientras gritaba que la iba a matar. También llegó a agredir con el bate a su madre, a la que tiró al suelo. Además, cuando los agentes de la Guardia Civil llegaron a lugar de los hechos, JM.R.F. gritaba que «tenía que haberla matado».