Una mujer se enfrenta a 6 años de cárcel por dar un puñetazo a una abogada en una junta de vecinos en 2013>

Una mujer se enfrenta a una petición de cinco años de prisión acusada de un delito de lesiones con deformidades y otro más por amenazas. Es lo que la acusación particular solicita por un presunto puñetazo a una abogada durante una junta de vecinos hace una década, aunque la fiscal lo rebaja a un año de cárcel y la defensa, la libre absolución.

'Aquí no hay quien viva' llevaba casi diez años en la televisión cuando ocurrió el incidente que ha puesto a María delante de un tribunal. Fue el 3 de julio de 2013, miércoles, en una reunión de la comunidad. No estaban convocados los dueños de las viviendas, porque el bloque sólo tiene un propietario, sino las personas que residían de alquiler.

Verónica, letrada y representante de la administradora que gestionaba la finca, se reunía con los inquilinos en el patio interior del inmueble para presentar a Mario, su sustituto, que se iba a hacer cargo del bloque. Sin embargo, cuando pasaban las seis y cuarto de la tarde aparecieron inesperadamente María y su pareja por entonces, Juan José. Hacía unos días que se habían marchado de su piso arrendado, por lo que no debían haber acudido a la junta de vecinos. Pero llegaron gritando, enfadados y exigiendo la devolución de la fianza, que la inmobiliaria les denegaba por unos desperfectos en la vivienda que ellos desmentían: «La casa estaba en buen estado».

El ambiente se fue caldeando también porque algunos vecinos se encargaron de alimentarlo desde las ventanas de los pisos superiores. Y la cosa fue a más hasta que María dio un puñetazo en la cara a Verónica, según algunos testigos en la sala, aunque la investigada y otros testimonios lo negaron ante el tribunal. «Yo intenté apartar a Juan José para que no la golpeara, pero no le di ningún puñetazo ni Juan José tampoco», se justificó la procesada, quien desmintió también que amenazara a Verónica con darle una paliza si denunciaba.

Juan José, sin embargo, declaró en contra de su expareja, con la que ha tenido varias denuncias cruzadas en esta década tras romper la relación pocos meses después del incidente. «María pegó dos bofetones a Verónica», dijo el hombre, quien no supo precisar si la agredida sufrió alguna lesión. «¡Qué blanda ahora! ¡Eres de lágrima fácil!», espetaron luego los dos a Verónica, según testificó su compañero. «Y nos llegaron a amenazar con que 'como denuncies, te mato'», añadió.

Algún vecino tuvo que ayudar para que Verónica, llorando, y su compañero pudieran salir del patio más de media hora después. Se fueron camino del hospital Virgen de la Salud de Toledo, donde una otorrinolaringóloga atendió a la mujer del golpe en la nariz. «Tenía una contusión nasal, una inflamación; se le realizó una placa de rayos X y no se observaron fracturas ni el tabique desviado», aseguró en la sala noble de audiencias la veterana especialista, con 31 años de profesión.

La denunciante reclama una indemnización de 14.000 euros

La acusación particular, en cambio, se aferró al informe del médico forense, que se emitió más adelante, para apuntalar así su tesis de que hubo deformaciones en el rostro de su clienta, por lo que reclama una indemnización de 14.000 euros, además de los seis años en total por la agresión. «Sufrió de insomnio, ansiedad y estrés, que tuvo que tratarlo con medicación y el trauma continúa», aseveró el letrado de Verónica. Ella no volvió al trabajo hasta casi un año después y también gastó 495 euros en 11 sesiones con una psicóloga, aunque la primera consulta no fue hasta casi dos años después, el 14 de mayo de 2015.

La fiscal, para quien María sí propinó un puñetazo y causó lesiones a Verónica, solicitó también que se le prohíba acercarse a 500 metros y comunicarse durante tres años con Verónica, quien realizó una declaración «coherente». «El informe forense dice que hay tratamiento médico quirúrgico y se habla de luxación nasal», remarcó la representante del Ministerio Público.

Julio Moralejo, el abogado de María, no se olvidó de demandar retrasos indebidos, porque el caso estuvo «paralizado más de tres años», y de allanar el terreno por si el tribunal condenase: «Si hubiese una hipotética agresión, sería una falta, un delito leve que ya habría prescrito». Y también deslizó alguna perla porque, según afirmó, Verónica fue intervenida en la nariz medio año después del incidente. «Que no sea mi defendida la que costeé su reparación estética», dijo el letrado en un juicio infrecuente en la Audiencia toledana, en el que sobrevoló, entre otros, el personaje del carismático Juan Cuesta, el presidente de la comunidad de Desengaño, 21, interpretado magistralmente por José Luis Gil.