Los vecinos añaden mascarillas a sus equipos en el cuarto día de limpieza por temor a infecciones

Esta contó con un acelerón el viernes -al menos en los municipios más cercanos al nuevo cauce del río Túria- por la ayuda prestada por cientos de personas que se acercaron andando el día de ayer. No sólo desde Valencia, sino también desde otros puntos de España como Alicante Andalucía o Madrid. Algo que agradecen los locales, que están desbordados por la tragedia, y que al mismo tiempo provocó retenciones a la entrada desde Valencia a la altura del barrio de San Marcelino, donde se acumulaban los coches y las hileras de bicicletas y personas cargadas de suministros. La mayor parte retornaba alrededor de las cinco de la tarde de la zona afectada, y entre ellos podía verse grupos grabando vídeos o tomándose fotografías.

A botas, rastrillos, palas, escobas… empiezan a sumar mascarillas y guantes. Una medida sobre lo que insisten ante el temor de contraer alguna infección y que no les ha recomendado ninguna insistitución pública

Hacia el interior de l'Horta Sud, el olor a «putrefacto» que se siente, por ejemplo, en barriadas del entorno de Benetússer y Massanassa alerta a los vecinos. Algunos de quienes vivían en plantas bajas (no han sido las únicas puestas en peligro, pues el torrente de agua llegó a superar los dos metros de altura en ciertos puntos) han logrado limpiar en gran medida el interior de sus habitáculos, de los que han podido rescatar pocas o ninguna cosa. Sin embargo, otros todavía ven sus casas arrasadas y cubiertas de cieno y desperfectos, por lo que grupos de amigos, familiares y conocidos -organizados de forma autónoma- se preparan al caer la noche para una nueva jornada de trabajo.

A botas, rastrillos, palas, escobas… empiezan a sumar mascarillas y guantes. Una medida sobre lo que insisten ante el temor de contraer alguna infección y que no les ha recomendado ninguna insistitución pública (central o autonómica) directamente, sino que se transmiten por cuentas en redes sociales donde cuentas independientes han empezado a colgar posts sobre métodos de actuación en catástrofes naturales. Estos circulan por los chats de mensajería que comparten quienes nacieron y crecieron en la zona.

No es lo único, además de vídeos grabados en primera persona entre la angustia de la catástrofe, se reenvian audios alarmantes e hipotéticas cifras de muertos de zonas en las que todavía no se ha logrado entrar y que, por lo tanto, están sin confirmar. Los más sensatos desconfían de estas últimas a la espera de que se inicien las labores de drenaje en espacios donde todavía se acumula el agua. Es el caso del paso a nivel entre Alfafar y Benetússer o el parking de algunos grandes supermercados cercanos, donde la gente hacía compras en el momento que empezó a subir el agua.