La alcaldesa de París se baña por fin en el río Sena

Lo prometió hace un año, lo ha tenido que posponer en dos ocasiones por la mala calidad del agua y este miércoles, por fin, la alcaldesa de París ha cumplido su promesa, que es a la vez un viejo sueño de los parisinos: bañarse en el Sena. Anne Hidalgo se ha dado un chapuzón en las aguas del emblemático río, vestida con un neopreno y gafas de bucear.

La acompañaban en el agua Tony Estanguet, presidente del comité de organización de los Juegos Olímpicos, y el prefecto de París, Marc Guillaume. La alcaldesa ha descendido por las escalerillas de la zona habilitada para el baño y ha estado nadando un rato, entre gritos y aplausos, a unos 20 grados. Todos los bañistas llevaban neopreno, pues las temperatura en París no están siendo muy elevadas para estar a mediados de julio.

La imagen, más allá de la anécdota, tiene mucho significado. Hace un siglo que el río no es accesible al baño, por la mala calidad del agua. La ciudad lleva meses trabajando para conseguir que los niveles de contaminación bajen y poder celebrar en el Sena algunas de las pruebas de los Juegos Olímpicos que arrancan la semana que viene en París, las de nado libre y triatlón.

La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, en el Sena.
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, en el Sena.JULIEN DE ROSAAFP

El verano pasado ya hubo que anular algunas de las pruebas piloto previstas porque la presencia de bacterias en el agua era elevada. Se pudo hacer la de nado libre, pero no las de triatlón. De cara a los Juegos, las de triatlón se celebrarán el 30 y 31 de julio, las de natación maratón el 8 y el 9 de agosto. En caso de que la calidad del agua no sea buena para entonces (que se haya bañado Hidalgo hoy no lo garantiza) , hay plan B y plan C.

Quedan nueve días para la ceremonia de inauguración del evento deportivo y había muchas dudas sobre si el río estará en condiciones para acoger las pruebas. Anne Hidalgo ha tenido que aplazar dos veces su esperado baño. Iba a hacerlo el pasado 30 de junio, pero se pospuso por el elevado nivel de contaminación. Igual la pasada semana. Finalmente se han reunido las condiciones: tiempo aceptable y agua limpia.

"Ha sido un día de sueño, ha habido mucho trabajo para lograrlo, hay una parte técnica, infraestructuras... y lo hemos conseguido (...) Esto será la mayor herencia de los los Juegos", ha dicho la alcaldesa, empapada aún, tras salir del río. La idea es que, después del evento olímpico, el año que viene, habrá varias zonas accesibles al baño en el río para que los residentes en París o los turistas puedan hacerlo.

Limpiar el Sena le ha costado al Estado 1.400 millones de euros desde el año 2016, cuando empezaron los trabajos para purificar el río. El principal problema es que, cuando llueve mucho, los sistemas de depuración no consiguen filtrar todo el agua y esta se vierte sobre el Sena, llenándolo de residuos. A esto se unen los barcos que transitan por el río.

Se han modernizado las estaciones de depuración y, además, se ha hecho una obra faraónica, que consiste en una megadepósito subterráneo con capacidad para almacenar el agua de la lluvia y evitar que esta se vierta sobre el Sena.

Hidalgo no es la primera que lo hace, de hecho. Se le adelantó el fin de semana la ministra de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra, que se bañó con resbalón incluido. Lo había prometido también el presidente francés, Emmanuel Macron, aunque éste, en plena crisis política en el país tras haber adelantado las elecciones legislativas y con el Gobierno en funciones, de momento no ha cumplido su promesa.