

Tras el reciente intento de asesinato al candidato presidencial Donald Trump, un tema resurgió con fuerza en las redes: Many Men, un clásico del rapero 50 Cent. La canción, que arranca con el sonido de disparos y reflexiona sobre las veces que han querido matar al artista sin éxito, encajaba perfectamente en el relato de un Trump que, pese a todo, seguía en pie. No pasó mucho tiempo antes de que la imagen del exmandatario fuera viralizada en redes como la portada del icónico álbum Get Rich or Die Tryin. Trump y 50 Cent, en apariencia antitéticos, se encontraban unidos por un sentimiento común.
Esta convergencia entre el mundo del rap y Trump no es una novedad; es una extraña amistad que nació en la campaña de 2016, que ha ido mutando y que ahora se escucha cada vez más fuerte. Aunque resulte paradójico, considerando que el rap ha sido históricamente una voz contra el sistema, la injusticia racial y las desigualdades, muchos raperos encontraron en Trump una figura en la que reconocerse.
El caso más célebre es el de Kanye West, quien visitó la Casa Blanca en 2018 luciendo la gorra de Make America Great Again, en un acto que dejó clara su postura. En una entrevista con The Wall Street Journal, West afirmó que la gorra de Trump, simbolizaba para él la superación de los roles raciales predeterminados. «La gente no puede decirme qué hacer solo porque soy negro», declaró.
Otros colegas suyos como Lil Wayne y el propio 50 Cent han respaldado a Trump desde el escepticismo hacia el sistema político tradicional. Trump, con su retórica anti-establishment, es visto por algunos como una figura disruptiva capaz de desafiar el orden establecido.
En particular, 50 Cent también se vio atraído por el antiestatismo de Trump, escamado con la política fiscal propuesta por Biden, que incluía un impuesto del 62% para ingresos superiores a 400.000 dólares anuales. «No me importa si no le caen bien los negros. ¿62%? ¿Estás loco? ¡Vota por Trump!», exclamó.
Cada vez la lista de raperos que respaldan a Trump es más amplia. En los últimos días se ha viralizado y ha encabezado la lista de los más escuchado el tema Trump, Trump, Baby, creado por Forgiato Blow junto a la influencer Amber Rose. El tema recoge todos los lemas trumpistas, desde la seguridad en el país hasta el famoso lema: «Hagamos a América grande otra vez».
Pero la música es solo la superficie de un fenómeno más profundo. Según un análisis del The New York Times, la alianza forma parte de una estrategia de Trump de usar el hip hop y el rap para promocionarse entre los votantes negros y latinos: «Trump y sus aliados adoptan cada vez más vocabulario, música y estilo callejeros. Ponen a la venta zapatillas de deportes doradas de 400 dólares, tocan canciones de hip hop a todo volumen en los mítines, han invitado a artistas conservadores a Mar-a-Lago, la residencia y club privado del ex presidente e, incluso, en un mitin subieron al escenario a unos raperos acusados de homicidio» [en referencia a Sheff G y Sleepy Hallow].
"Apoyar a Trump se está volviendo 'normalizado y aceptable' en comunidades en las que antes era tabú"
Además, explica que el propósito de todas estas acciones es sacar provecho de la profunda desconfianza tanto hacia el sistema judicial como hacia la clase dirigente demócrata, que sienten muchos jóvenes de color. Y hay indicios, en las encuestas de que en parte funciona.
Según lo que recoge The New York Times, pocos observadores políticos creen que los videos de raperos en TikTok tengan un impacto directo en el voto de negros y latinos. Pero sí admiten que estos respaldos son relevantes: «Apoyar a Trump se está volviendo 'normalizado y aceptable' en comunidades en las que antes era tabú», reconoció Kevin Powell, activista por los derechos civiles e historiador del hiphop.