Guerra sin cuartel en Red Bull: el padre de Verstappen quiere a Horner fuera del equipo

Ni siquiera el triunfal arranque de 2024, con la arrolladora victoria de Max Verstappen en Sakhir, ha sosegado los ánimos en Red Bull, escenario de una guerra civil que mantiene en vilo al Mundial. El ruido de sables ha traspasado esta vez los muros del garaje tras las explosivas declaraciones del padre del tricampeón mundial contra Christian Horner, team principal del equipo.

"Habrá tensión mientras permanezca en su cargo. El equipo corre peligro de partirse. No puede seguir así porque terminará explotando. Va de víctima, cuando es él quien está causando los problemas", aseguró Jos Verstappen a The Daily Mail y De Telegraaf.

El diario británico también informaba de una discusión entre Verstappen y Horner el viernes por la noche. Al parecer, el jefe de la escudería austriaca considera al padre del piloto como el cerebro de una campaña que pretende apartarlo de la dirección. "Eso no tendría sentido. Por qué iba a hacerlo cuando Max lo está haciendo tan bien aquí", se defendió el ex piloto ante una de las preguntas del periódico.

Este presunto complot se vincula a la denuncia contra Horner por parte de una empleada de Red Bull Racing, que le acusa de acoso sexual. Nada más saltar a la luz este escándalo, la escudería encargó una investigación a una empresa independiente. El pasado miércoles, la la matriz de Red Bull dio por cerrado el caso, asegurando que queja interpuesta había sido "desestimada".

Sin embargo, el jueves por la tarde, tras la primera jornada de entrenamientos libres del GP de Bahrein, una fuente anónima envió a Stefano Domenicali, CEO de la F1, Mohammed ben Sulayem, presidente de la FIA, a los directores de la F1 y a decenas de periodistas un dossier con 79 documentos con las supuestas pruebas de la conducta inapropiada de Horner. De este modo daba a entender que se habían ocultado las evidencias del delito.