El caso Mogherini pone otra vez en la picota a los socialistas italianos en Bruselas

Sin mencionar su nombre, la Fiscalía Europea ha señalado que Mogherini ya había sido notificada formalmente de las acusaciones de fraude en la licitación para la gestión de una academia de formación para jóvenes diplomáticos, adjudicada al Colegio de Europa por el servicio exterior de la UE y cuyo presupuesto ascendía a unos 900.000 euros. También ha aparecido dentro de las investigaciones una operación para comprar un edificio para alojar a los alumnos de este curso para diplomáticos, precisamente en la calle de Los Españoles de Brujas, y que estaría valorado en más de tres millones de euros.

La detención de Mogherini, que fue ministra de Exteriores italiana en el gobierno del socialdemócrata Matteo Renzi, ha causado un terremoto en Bruselas. Pero, por ahora, la portavoz de la Comisión, Paula Pinho, se ha limitado a decir que, «mientras dure el proceso judicial», la institución no va a hacer comentarios sobre lo que afecta a la que en su día fue su vicepresidenta. En privado, los funcionarios europeos insisten en que los asuntos que se le reprochan a la italiana sucedieron «antes de la toma de posesión de la actual Comisión» y antes de la llegada al Servicio Europeo de Acción Exteriores (SEAE) de la letona Kaja Kallas al puesto de Alta Representante.

La situación también ha causado cierto revuelo en Italia, dado que las tres personas detenidas por ahora son italianos. Además de Mogherini, se encuentran acusados el embajador Stefano Sannino, que en el momento de producirse los hechos investigados era director general del SEAE pero que ayer mismo presentó su dimisión de su actual función como responsable de las relaciones con el mundo árabe; y Cesare Zeguetti, jefe de programas del Colegio Europeo de Brujas, que es italo-belga.

En el último gran escándalo de corrupción en las instituciones europeas, el conocido como 'Qatargate' y que supuestamente era una red que aceptaba sobornos de Qatar y de Marruecos para influir en las votaciones del Parlamento, también estaba dominado por políticos italianos. Aunque la principal encausada era la entonces vicepresidenta de la Eurocámara, Eva Kaili, (griega y también socialista), también estaba implicado su marido italiano, Francesco Giorgi, quien era el asistente del eurodiputado italiano Andrea Cozzolino, también del grupo socialista. El principal instigador se considera que fue Antonio Panzeri, ex eurodiputado del mismo partido Democrático que es el socio italiano del grupo socialista del Parlamento Europeo.

Un topo

Según la prensa italiana, la denuncia podría haber partido de un topo que habría alertado a la OLAF. Pero no se ha podido discernir si se trató de una fuente del interior del SEAE o si la denuncia partió de una institución que optaba a este concurso y que se sintió perjudicada por los términos en los que se resolvió el concurso público.

Mogherini fue Alta Representante desde 2014 a 2019, tras un breve periodo como ministra de Asuntos Exteriores de Italia. Posteriormente fue nombrada rectora del Colegio de Europa, centro de postgrado para la formación de los futuros funcionarios y políticos europeos. Su nombramiento en 2020 resultó controvertido, ya que algunos exalumnos argumentaron que carecía de las credenciales académicas y de la experiencia necesaria para dirigir esa importante institución académica.