Fuentes socialistas han restado importancia a esa decisión y la han desvinculado «por completo» de cualquier posible desavenencia con la actual dirección provincial. Se trata, según ha detallado en una carta a la militancia y al partido emitida a última hora de este martes 2 de diciembre, de un paso «meditado« y producto de una »profunda reflexión«.
El puesto orgánico que deja vacante deberá ser ocupado por alguna persona de las que fueron elegidas en la vigésimo séptima edición del congreso provincial, pero las mismas fuentes han indicado que todavía es pronto para especificar nada, es un paso que deberá dar Pedro Fernández, en último caso.
La también secretaria general del PSOE de Armilla fue elegida vicepresidenta en un congreso en el que Fernández obtuvo el 88,85% de los votos, lo que da una idea del respaldo hacia su persona en el seno de la formación. Es la mano derecha de María Jesús Montero en el PSOE de Andalucía.
En ese mismo congreso, el alcalde de Pulianas, José Antonio Carranza, fue elegido secretario de Organización y María José Sánchez, alcaldesa de Albuñol, secretaria de Política Municipal. La presidencia, un cargo que en en el PSOE es más que nada honorífico, recayó en Cándida Martínez, exdiputada nacional y que fue consejera de Educación de la Junta.