Tal como denunció este diario en su edición del pasado 23 de noviembre, a raíz del escándalo el docente renunció a su cargo en la UFT y también en la Universidad Francisco de Vitoria (UFV) de Madrid, en la que ejercía de profesor desde este curso.
En la querella presentada por M. A. M. B., el alumno que sufrió secuelas por la práctica de la biopsia, se acusa a Zbinden de los delitos de «lesiones menos graves», «ejercicio ilegal de la profesión de médico» y «experimentación en personas sanas».
El profesor de Educación Física renunció a su cargo en la Universidad Franciso de Vitoria después de que el diario ABC consultara sobre su situación laboral con razón de la denuncia. Hasta el momento, se desconoce dónde se encuentra aunque la Policía de Investigaciones de Chile (PDI) lo ha citado para prestar testimonio en calidad de imputado.
Hasta el momento solo dos personas han sido interrogadas, el asistente del Laboratorio de Fisiología del Ejercicio y Metabolismo (Labfem) de dicha institución superior y el exrector de la UFT. El primero, confirmó con detalles la versión entregada por la victima, quien, según relata en la denuncia, fue coaccionado por Zbinden para realizarse la biopsia en sus dos muslos en el gimnasio de dicho lugar. El segundo, no aportó mayores antecedentes más que confirmar la trayectoria académica del acusado.
El relato del asistente narra el horror vivido por la víctima, a quien le introdujeron distintos instrumentos quirúrgicos en las piernas sin que hubiera anestesia (lidocaina) suficiente para la primera biopsia y nada para la segunda ocasión en la cual llegaron hasta el hueso.
Las dos doctoras imputadas también en el caso, Rommy Schwenber y Karina Yévenes, así como tres directivos más, entre ellos vicerrector de Investigaciones y el decano de la Facultad de Medicina de la UFT, tampoco han prestado declaración pese a ser citados.
Según pudo establecer ABC, a raíz del escándalo causado por este procedimiento, la UFT solicitó la renuncia al director de la escuela de Kinesiología Claudio Villagran Soto, aunque hasta ahora no detalla qué sanciones se adoptaron sobre Zbinden antes de que este dejara la institución.
Versiones contradictorias de la UFT
En una primera presentación entregada a la Fiscalía, la UFT precisó tres consultadas que hizo la persecutora vía oficio y que se contradicen con el breve comunicado entregado por ellos a ABC. En éste se asegura que una investigación interna «revisó los protocolos éticos y científicos correspondientes, incluidos los referidos a las biopsias musculares propias de este tipo de programas». No obstante, a la Fiscalía le indica que no están permitidos en el Labfem.
Sin embargo, la secretaria general de la universidad en un documento enviado a la fiscal Coccoa sostuvo que «no se encontró evidencia documental ni testimonial que vincule al estudiante M.A.M.B. como participante enrolado ni firmante de consentimiento informado en proyectos de investigación aprobados por el Comité Ético Científico».
Además precisa que los procedimientos de biopsia muscular aprobados por dicho comité «debían ser realizados exclusivamente por profesionales médicos en pabellones clínicos habilitados» siendo el único el de la Facultad de Odontolgía.
También se aclara que «el Labfem no es laboratorio autorizado para realizar procedimientos invasivos en seres humanos» (requiere el visado de la Secretaría Regional Ministerial de Salud) y que «la UFT no adquiere, almacena, ni suministra anestesia local (lidocaina) en sus laboratorios con fines de investigación».