Olloqui exigió a Ernest Urtasun que se comprometa con la devolución de las pinturas murales del Monasterio de Sijena, para que las obras «vuelvan a casa en cumplimiento de las sentencias judiciales, en desarrollo del Estado de Derecho y de los derechos culturales de los aragoneses». El director general reclamó también «respeto y consideración hacia los técnicos aragoneses», que cuentan con «el máximo reconocimiento nacional e internacional». Recordó que Natalia Martínez de Pisón, responsable de los equipos técnicos, «es la principal experta nacional e internacional en la conservación y traslado de conjuntos murales al fresco».
Aragón y Cataluña están pendientes de que el juzgado se pronuncie sobre la ejecución para fijar los criterios del traslado
Para Aragón, el regreso de los murales de Sijena «es una cuestión medular» en sus relaciones culturales con el Gobierno de España. El eje conductor, subrayó, no puede ser otro que el cumplimiento de la sentencia, que establece tres puntos: «La propiedad aragonesa del conjunto mural, la obligación de devolver las pinturas al Monasterio y la plena viabilidad del traslado. Las tres cosas son cosa juzgada». Aragón y Cataluña están pendientes de que el juzgado se pronuncie sobre la ejecución para fijar los criterios del traslado.
En declaraciones a la prensa, Urtasun se limitó a pedir «respeto para el trabajo de los técnicos». «No es una buena idea que desde la política critiquemos estos trabajos, ni los de Aragón, ni los del MNAC, ni los de la Generalitat, ni los del IPCE». El ministro defendió que «lo importante es que los técnicos trabajen juntos, en el marco del Patronato del MNAC, que es quien está interpelado por la Justicia, y se encuentre una solución».