Un centenar de trabajadores del Servicio de Urgencias del Hospital Universitario de Toledo se manifestaron este martes para exigir medidas urgentes frente a la grave crisis asistencial que atraviesa el centro sanitario, con consecuencias alarmantes tanto para la seguridad de los pacientes como para la salud física y mental del personal. Según denuncian, el colapso crónico se agrava por la falta de camas y la saturación de pacientes pendientes de ingreso, lo que ha generado una situación insostenible en la que se han tenido que recurrir a soluciones improvisadas para intentar manejar el flujo de personas.
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«Están quitando los sillones destinados a los familiares para utilizarlos en los pacientes», explicó uno de los trabajadores en declaraciones a ABC. «Nos están obligando a meter a más pacientes en esos espacios, a veces sin las condiciones mínimas de dignidad, simplemente para evitar que los vean esperando fuera. Están creando ratoneras, lugares escondidos, para ocultar las largas filas de enfermos que, en condiciones normales, deberían estar en camas adecuadas, no en sillones improvisados».
Además, el personal señala que, debido a la falta de materiales esenciales, como los palos de suero, se ven obligados a fijar los sueros en las paredes para poder atender a los pacientes. «Estamos al límite», añaden, «y cada día es más difícil sostener el sistema con tan pocos recursos y sin una respuesta efectiva de la dirección». del hospital».
La situación ha llegado a tal extremo que, según los trabajadores, se ha recurrido al Hospital Provincial, una instalación que no cuenta con unidad de cuidados intensivos (UCI) ni otras infraestructuras críticas. «Lo que están haciendo es derivar a los pacientes que o se curan o se mueren allí, pero no está preparado para acoger a personas que necesitan atención especializada», denuncian.
La manifestación también ha servido para exigir la inmediata reapertura de todas las unidades de reserva en los hospitales de la red, incluyendo el Hospital Provincial y el Nacional de Parapléjicos, con el fin de anticiparse a la saturación en lugar de reaccionar cuando ya es insostenible. Además, reclaman la creación de espacios específicos para agilizar las altas hospitalarias y aumentar la rotación de camas.
El personal también ha demandado una contratación de refuerzos suficientes para cubrir los turnos y garantizar una atención adecuada en todos los momentos del día. En este sentido, advierten que el escaso personal de refuerzo, en ocasiones cubriendo libranzas y bajas, no es suficiente para afrontar la creciente demanda de atención médica.
«Estamos trabajando en condiciones extremas, con turnos interminables, y aunque el agotamiento es evidente, se nos sigue pidiendo que cubramos más turnos. No podemos más», concluyen los trabajadores, que también acusan a la dirección del hospital y a los sindicatos de una falta de respuesta contundente ante el desbordamiento del sistema.
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