El Ayuntamiento de Cobeja, junto a los de Pantoja y Yuncler, iniciarán acciones legales contra la planta de biogás de Villaluenga de la Sagra

Así lo ha anunciado Armando, un vecino de Cobeja, este jueves a los medios de comunicación durante la manifestación frente al Palacio de Fuensalida de Toledo, donde más de un centenar de vecinos de los municipios de la comarca de La Sagra han exigido la reubicación de la planta de biogás de Villaluenga de La Sagra, que no cumple con las distancias mínimas.

Armando ha añadido que el próximo 26 de diciembre, el alcalde de Cobeja informará de los trámites que se están llevando a cabo, con el objetivo de reubicar la planta. «Que el juzgado decida si tienen razón la empresa o la población», ha indicado.

Según ha contado Armando, las mediciones que se han hecho establecen que la planta se encuentra a solo 1,380 kilómetros de su municipio; a 2 km de Villaluenga o a 2,5 km de Yuncler, unas distancias que, según ha afirmado, «deberían ser de unos 10 kilómetros para mantener el bienestar y la salud humana como debe ser».

«No estamos en contra de la economía circular, ni del desarrollo sostenible, ni de las plantas de biogás, pero sí de la distancia. La ubicación debe ser de alguna manera garantista hacia las poblaciones y los gobiernos deben velar de alguna forma por nuestra seguridad y bienestar. Entendemos que en este caso no está siendo», ha lamentado.

En este sentido, Armando ha explicado que este proyecto se aprobó unas semanas antes del Plan de Biometanización del Gobierno regional, que trata de impulsar, a través de plantas repartidas por la región, un nuevo sistema energético basado en el biometano, obtenido a partir de residuos orgánicos procedentes de granjas y otros ámbitos del medio rural. Este Plan contempla una distancia mínima sobre los municipios de dos kilómetros, «ni siquiera cumpliría esa distancia, por eso no se esperaron al Plan».

«Nosotros ya estábamos viviendo en nuestros pueblos y la empresa viene de fuera, por lo que se tiene que adaptar a nosotros, no nosotros a ella, que ni siquiera cumple el Plan de Biometanización. Hay mucho sitio en la región y solicitamos que se nos respete con unas distancias prudenciales en torno a 10 km. Podríamos estudiar en algún caso los 5 o 6, pero nunca el kilómetro y medio de ahora», ha indicado.

«La planta no tiene impacto en las personas»

Como consecuencia de estas escasas distancias, los vecinos aseguran que sufrirán enfermedades, residuos por la zona, posibles fugas de gas que pueden dar lugar a explosiones y, sobre todo, olores por los 50 camiones diarios que pasarán para llevar las 155.000 toneladas que necesita la planta.

Por su parte, el director de Desarrollo de Verdalia, el grupo propietario de la planta, David García, ha asegurado en un comunicado que la planta de Villaluenga «no tiene impacto ni en el entorno, ni en el medio ambiente ni en las personas».

«Hemos diseñado una planta con un proceso estanco de principio a fin. En todo momento trabajamos con sistemas cerrados y presurizados que impiden la emisión de olores o ruidos molestos en los núcleos urbanos del entorno. Incluso, hemos cuidado el diseño del transporte. Los camiones son vehículos cerrados que se mueven por vías alternativas. Y nunca a través de ningún núcleo urbano», ha detallado.

En respuesta a estas declaraciones, Armando ha afirmado que «nada es hermético al 100%», al tiempo que ha criticado al director de Desarrollo de Verdalia por decir hace unos días que »ni explotaba ni se incendiaba». «Si me dice David García que una planta de biometano, donde hay gas, ni explota ni arde, yo le diría que para qué sirve entonces el gas. No nos inspiran confianza estos señores», ha advertido.

Por todo ello, los vecinos van a continuar movilizándose y Armando ha adelantado que las siguientes manifestaciones serán los próximos domingos 21 y 28 de diciembre en Villaluenga de la Sagra.