Todo ello se vigila en Castilla y León de cara a las votaciones de primeros de marzo. Ayer Montse Serrador ilustraba en estas páginas con todo detalle el escenario en nuestra comunidad, con aspectos tan notables como que Vox va como un tiro en las encuestas sin tener candidato designado. Es un hecho que lo fían todo a la marca y que buscan seguir siendo impulsados por el viento de la ola del descontento y la polarización en la que se ha instalado el país.
Confieso que me sorprende el momento de la precampaña del PSOE, porque con un nuevo candidato, al que conocen muy bien en Soria, pero no tanto en el resto de la región, no se ven grandes acciones que posibiliten un mayor conocimiento en el territorio y aunque faltan tres meses para las elecciones, nuestra región es muy grande para llegar a todos los rincones. Es más, el PSOE tendrá que aplicar un plus de esfuerzo para explicar las políticas de Pedro Sánchez, que marcan el diferente trato que da a sus socios frente al resto de los territorios.
Muy activo se ve al PP y en especial a su cabeza de lista, el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, quien celebra actos por todo el territorio. El PP se fija especialmente en provincias como León, Zamora o Valladolid, donde el reparto de escaños marcará de forma importante el resultado final. Mañueco ha pedido movilización total del partido para conseguir renovar en la Junta y es imposible no mirar a Vox de reojo, ya que aparece en el horizonte como un lastre muy difícil de ignorar.