La Guardia Civil detiene a otra exmonja de Belorado por la venta de objetos de arte

La información la facilitaba el propio jefe de prensa de las exclarisas, que acompañaba a las dos primeras citadas para declarar, sor Berit y sor Miriam. Según su explicación, la detención se produjo en la noche del jueves, en el monasterio de Orduña (Vizcaya). Hasta allí habían llegado, provenientes de Belorado, los agentes de la Guardia Civil y la exabadesa, Laura Garcia de Viedma, para continuar con el registro que habían comenzado por la mañana en el convento burgalés, relacionado con la venta de objetos de arte de los monasterios. Tras el registro, los agentes detuvieron a sor Paloma, que se sumaba así a la exabadesa y al otro detenido en el caso, un anticuario burgalés acusado de un delito de receptación.

Tras la instrucción, que se ha realizado entre la tarde del jueves y la mañana del viernes, los tres detenidos comparecerán, en una vistilla, ante la juez de Briviesca a las 13 horas de hoy. A partir de la documentación aportada por los registros y las declaraciones de los acusados, la juez tendrá que decidir las medidas cautelares que aplica en caso, que al tratarse de un delito de apropiación indebida agravada, podrían implicar una fianza o el embargo provisional de bienes de los implicados. Un extremo, este último, un tanto complejo al tratarse de dos exreligiosas que profesaron en su momento voto de pobreza, por lo que no deberían tener bienes a su nombre.

Las dos primeras religiosas han llegado a los juzgados de Briviesca sobre las nueve y media de la mañana para la vistilla prevista por la denuncia interpuesta por el Arzobispado de Burgos por la utilización de los vehículos de la comunidad en Belorado. Se trata de tres coches, dos que supuestamente las religiosas siguen usando para su uso particular y otro que, al parecer, las religiosas donaron a los afectados de la Dana.

Sin embargo, las declaraciones se han suspendido porque la defensa de las religiosas ha presentado un «recurso de recusación» por «enemistad manifiesta» de la juez en relación con este caso, tal y como han explicado los abogados defensores. Eso ha provocado que no hayan podido celebrarse las declaraciones previstas para este viernes y que el resto de las citadas no acudieran al juzgado.

Sí han entrado sor Miriam y sor Berit, llegadas desde Arriondas (Asturias), donde las religiosas abrieron un restaurante, que finalmente no han llegado a declarar. La segunda de ellas ha atendido a los medios de comunicación a la entrada del juzgado y se refería a la detención de la exabadesa de Belorado y sor Paloma. «No lo entendemos», ha expresado a los medios de comunicación a la entrada. Y es que, según ha explicado, las religiosas consideran que no hay delito de apropiación indebida por las obras de arte ya que se trata de operaciones que se produjeron entre abril y mayo de 2023 cuando sor Isabel era la «responsable» del convento y aún no se había producido el cisma.

«Innecesarias»

Fue, además, una decisión tomada «en comunidad», ha asegurado, reunida «en capítulo» según «los estatutos» de las hermanas claridad, ha concretado. Se ha referido además a la operación policial desarrollada en el convento de Orduña y de la intención de la Guardia Civil de llevarse del lugar a las hermanas más mayores, conforme a una orden del juzgado de Briviesca. «Nosotras no hemos impedido que se fueran, han sido las hermanas mayores las que no han querido irse», ha expresado.

Desde la representación legal de las religiosas consideran que las detenciones producidas este jueves han sido «innecesarias» porque se refieren a hechos sucedidos hace dos años y porque las hermanas «siempre» han acudido a los juzgados o ante las autoridades policiales cuando se les ha requerido.

También el jefe de comunicación de las monjas, Francisco Canals, ha considerado sobre las obras de arte que no se tratan de «bienes de interés cultural», sino de objetos que se encontraban en el monasterio desde hace tiempo y que a los que las hermanas habrían decidido darles salida. Además, ha lamentado que se busque en este caso «la pena del telediario», buscando la imagen de la exabadesa «esposada» entrando al juzgado.