Sofyan Amrabat dio sus primeros pasos futbolísticos en Huizen, ciudad que está a la misma distancia de Amsterdam que de Utrecht. Fue su abuelo Mohamed, originario de la ciudad rifeña de Ben Tayeb, quien había emigrado años antes al sureste de Ámsterdam pretendiendo un mejor porvenir para su familia. Allí empezó a trabajar en una quesería, pudo reagrupar a su familia. Su hijo Mohamed se casó con Nahat, de ascendencia neerlandesa e indonesia, con quien tuvo cuatro hijos: Imen, Nordin, Oualid y Sofyan. El balón estuvo siempre presente en la familia. Ambos, a pesar de la diferencia de nueve años de edad, jugaban juntos en un campo vallado. «Allí el jefe era yo», decía Nordin. Bajaban a jugar hiciera el tiempo que hiciera. «Si no había nadie, hacíamos un uno contra uno», señalaban. Nordin se hizo profesional y llegó a jugar en el Málaga entre 2014 y 2016 además de PSV Eindhoven, Galatasaray, Watford, Leganés, Hull City... Era el espejo de Sofyan. Empezó en el HSV De Zuidvogels (los pájaros del sur) y allí fue donde también plantó su semilla el pequeño Sofyan, nueve años menor. Ahora dos de los campos de este club de formación tienen los nombres de los hermanos Amrabat. «El comienzo es lo más importante. Siempre nos hemos centrado en el fútbol en casa. Cuando llovía, los fines de semana, siempre. Los chicos entrenaron duro y fueron muy disciplinados. Y valió la pena. Estoy muy orgulloso», decía el padre de los dos futbolistas entrevistado durante el Mundial 2022, donde Sofyan llamó mucho la atención.
El Ajax le tentó pero en 2007, con once años, se enroló en el Utrecht, que apostó fuerte por él y que presume de que ha sido un jugador que completó toda la etapa de formación en sus filas. Entró con once años y salió ya como un jugador hecho después de pasar por las manos de técnicos como Jan Wouters, un mítico jugador holandés que coincidió con Gullit, Rijkaard o Van Basten. En esa etapa fue subiendo escalón a escalón, renovando sus contratos en 2013 y 2017, hasta llegar al primer equipo. Fue Erik Ten Hag quien le dio la mano para debutar con los mayores en noviembre de 2014 en un duelo ante el Vitesse. «Sofyan es un centrocampista dinámico que aporta a los equipos en los que juega tanto en defensa como en ataque», decía en su momento el técnico que después le firmó para el Manchester United y que hoy dirige al Bayer Leverkusen.
Amrabat en esa etapa cuidó mucho su formación siguiendo el ejemplo de su hermano, que ya se movía por el mundo dando lustre a su carrera. Tuvo que tomar una determinación con dieciséis años cuando después de participar con la selección de Países Bajos en escalafones inferiores fue llamado por Marruecos para el Mundial sub 17 que se jugó en Emiratos Árabes Unidos en 2013. Sin embargo, faltaba el paso a la asboluta. Ahí rechazó inicialmente una propuesta de Hervé Renard para incorporarse porque aún no lo tenía claro. Pero intervino el presidente de la Federación de Fútbol de Marruecos, Fouzid Lekjaa. A través de su hermano Nordin invitó a Sofyan a que estuviera en las gradas en el encuentro clasificatorio ante Gabón para el Mundial 2018. Dick Advocaat, seleccionador de Países Bajos, estaba en conversaciones con Amrabat para que jugara con su país de nacimiento pero la decisión ya estaba tomada: «Marruecos es mi país. Países Bajos es mi segunda casa, el lugar en el que nací y donde he vivido la mayor parte de mi vida pero, como mis padres y abuelos, soy marroquí. Cuando visito Marruecos me siento como en casa. Puedo sentir también a los Países Bajos pero Marruecos es especial», dijo el hoy jugador del Betis. Ya acumula 70 partidos como internacional absoluto. Siguió el camino de su hermano, pero también el de otros holandeses-marroquíes Boulahrouz, Afellay, Bakkal, Maher, El Ghazi, Ziyech o Mazraoui.
En las dos temporadas en las que Amrabat jugó en el primer equipo del Utrecht disputó 54 partidos antes de ser traspasado al Feyenoord por cuatro millones de euros. Dejó huella personal y también económica dado que al contar con una carrera tan movida, el internacional marroquí ha ido dejando réditos a su club de origen allá por donde ha ido. Y es que del Feyenoord fue al Brujas por 2,5 millones, de ahí al Hellas Verona por 3,6, luego le firmó la Fiorentina por 20, estuvo cedido en el Manchester United por diez millones y fue vendido al Fenerbahçe por doce el pasado verano, antes de llegar a préstamo al Betis por una temporada. Estos movimientos siempre beneficiaron a su equipo de origen. «El Utrecht seguirá siendo mi club. Jugué allí diez años y lo llevo en el corazón. Espero que puedan sacar aún más provecho de mí en el futuro«, afirmaba Amrabat.
Ahora el Betis le ha ubicado como uno de los protagonistas de la previa ante el Utrecht debido a que participará en la rueda de prensa junto a Manuel Pellegrini. Suele ser un indicativo de titularidad pero en esta ocasión no tiene por qué. Amrabat quiere hablar en las previas para hacer algún guiño al equipo en el que se formó. Ahí responderá a cuestiones sobre su pasado en el Utrecht y mostrará su amor por el club en el que empezó todo.
El derbi de Amrabat
Y esto se produce en una semana en la que Amrabat volverá a ser protagonista en el partido del domingo dado que se enfrentará al Sevilla en el Sánchez-Pizjuán, el equipo que pudo defender este curso pero la providencial intervención bética en las últimas horas de mercado varió su decisión para que llegara finalmente a Heliópolis cedido sin coste y asumiendo únicamente el 25 por ciento de su salario. La polémica llegó incluso a las ruedas de prensa en las que los dirigentes del Sevilla dijeron que habían renunciado a su contratación antes y los béticos se mostraban muy orgullosos de haber podido incorporar a un futbolista que hoy es clave en sus formaciones.
De tal forma lo es que en el Betis han iniciado el plan para hacerse en propiedad con Amrabat. Saben que el Fenerbahçe solicitará al menos los doce millones de euros que abonaron el pasado verano a la Fiorentina para hacerse con sus servicios pero la estrategia se busca que sea similar a la de Antony, convenciendo al jugador para que ayude a rebajar su precio y que pueda seguir más años en el Betis.