El objetivo de tanta presencia en sus territorios, en plena precampaña y en un contexto de creciente competencia electoral, es evidente: ganar visibilidad local y reforzar el perfil autonómico de cada candidato, sin abandonar la plataforma nacional de la que gozan como miembros del Ejecutivo de Pedro Sánchez, en ciertas ocasiones pudiendo descuidar las funciones por las que perciben un salario. Además, se de la circunstancia de que muchos de los actos, en el caso de los que son de fuera de Madrid, se los hacen coincidir en jueves, viernes o lunes para así costear su desplazamiento y el de su equipo hasta sus domicilios con dinero público y, de paso, alargar el fin de semana.
Los cinco candidatos protagonizan así una campaña dual: mantienen su condición de ministros, con agenda diaria en el Consejo de Ministros y actividad nacional, pero combinan esa posición con presencia territorial constante. La suma total -194 actos en el año en sus comunidades autónomas- refleja hasta qué punto el PSOE busca maximizar el capital político que les proporciona su presencia en el Ejecutivo.
A toda esta agenda, además, hay que sumarle los actos que han protagonizado a nivel orgánico, que no aparecen en su agenda oficial, ya que no han usado el cargo de ministro como excusa para tener foco mediático o para realizar según que visita o actividad camuflándola de institucional.
La más activa
Entre los cinco ministros-candidatos de Sánchez, Diana Morant, titular de Ciencia y candidata en la Comunidad Valenciana, es la que ha dedicado más tiempo y agenda propia a su territorio. A lo largo del año ha pasado 64 días en la Comunidad Valenciana y ha protagonizado un total de 90 actos públicos como ministra, muchos de ellos sin relación alguna con sus competencias.
Su ritmo de trabajo autonómico ha sido, con diferencia, el más alto del grupo, aprovechando la debilidad del que era su rival tras la dana, el ya dimitido presidente en funciones de la Generalitat, Carlos Mazón. De media, Morant ha dedicado más de un acto diario durante los días que ha pasado en la región. Entre los actos que se reflejan en su agenda está la clausura del congreso de FSP-UGT, la asistencia a un partido de futbol femenino entre el Levante y el FC Barcelona, una visita a la feria del libro de Valencia, la asistencia a las fallas de una decena de localidades o visitas repetidas a los ayuntamientos de Cocentaina y Picanya, ambos del PSOE. También se saltó un Consejo de Ministros, cita obligatoria excepto para los miembros del Gobierno salvo un acto justificado por el cargo que ostenta en el Ejecutivo, para acudir a la comparecencia de Carlos Mazón en las Cortes Valencianas.
Torres, en el avión
El segundo ministro con mayor presencia en su comunidad ha sido Ángel Víctor Torres, titular de Política Territorial y candidato en Canarias, que ha estado en las islas 48 días y ha encabezado 70 actos. Unas cifras que, en su caso, cobran todavía más trascendencia teniendo en cuenta que su tierra se encuentra a más de 2.000 kilómetros de su despacho y que tiene que emplear alrededor de seis horas para ir y venir.
Su actividad se ha centrado principalmente en dar entrevistas en los medios de comunicación locales, un total de 28 en lo que llevamos de año. En algunos casos ha repetido canal y entrevista dos veces en menos de un mes y en otros ha llegado a conceder tres entrevistas en un mismo día. Además de eso también se ha dejado ver en un partido de baloncesto, en la representación de la 'Danza de los Enanos', en ferias de varios municipios, en actos de otros ministros que conllevan inversión en las islas pero que no son de su competencia o en la inauguración de un templo masónico.
Torres, expresidente del Gobierno canario, busca revalidar el cargo tras haber sido apartado por el nacionalista Fernando Clavijo, que logró ser investido gracias a un acuerdo con el Partido Popular.
Montero, en modo campaña
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, también ha intensificado su presencia en Andalucía, donde es candidata socialista a las elecciones que se celebrarán como muy tarde en verano. Montero, que incluso protagonizó un acto de partido para lanzar la campaña junto a Pedro Sánchez, ha dedicado 38 días a su comunidad y ha participado en 42 actos. Entre los actos contabilizados destaca uno especialmente singular: uno de los días y eventos incluidos corresponde al viaje para acompañar al Real Betis en la final de la Conference League, disputada en el extranjero. La competencia deportiva corresponde a la cartera de Deportes, pero Montero acompañó a la delegación institucional en una jornada que tuvo una evidente repercusión pública y mediática tanto en Andalucía como a nivel nacional. La vicepresidenta incluso fue entrevistada a la media parte del partido en la retransmisión en directo.
Más allá de esa anécdota, Montero ha reforzado su presencia en actos sociales y culturales a los que, aprovechando el cargo de vicepresidenta, se arroga una representación que deberían asumir otros compañeros. Durante estos meses también ha visitado o inaugurado obras en distintos puntos de Andalucía, ha participado en actos de memoria democrática, de cine, en la final de la Copa del Rey de fútbol en La Cartuja o ha acompañado a las Cofradías andaluzas a Roma con motivo del Jubileo. El PSOE andaluz busca recuperar posiciones tras el avance del PP de Juanma Moreno, tocado por la crisis de los cribados, y la vicepresidenta se ha convertido en uno de los principales activos territoriales de los socialistas por expreso deseo de Pedro Sánchez.
Alegría pisa el acelerador
Ante un más que posible adelanto electoral en Aragón, ya que el 'popular' Jorge Azcón no ha logrado aprobar los presupuestos, la ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, ha pisado el acelerador para dejarse ver más por su tierra, donde para muchos sigue siendo una auténtica desconocida. Con unos sondeos que le hacen perder tres o cuatro escaños respecto a su antecesor, Javier Lambán, Alegría ha pasado 37 días en Aragón y encabezado 41 actos, un volumen similar al de Montero en Andalucía, aunque con menos recursos mediáticos asociados. Aunque ha acudido a alguna entrevista o actos de periódicos locales, la portavoz del Gobierno no ha dado ni una entrevista en los medios públicos de la Corporación Aragonesa de Radiotelevisión.
Su agenda en Aragón ha tenido poco que ver con sus competencias en el Gobierno al frente de Educación, Formación Profesional y Deporte. Visitas a municipios, actividades como el Día Internacional de las Mujeres Rurales, la fiesta de la Vendimia de Borja, la clausura de un encuentro de mujeres de UGT o la asistencia a la manifestación del 1 de mayo y del Orgullo LGTBI+ en Zaragoza forman parte de sus actos como ministra-candidata. Sin embargo, pese a ser la máxima responsable de Deportes, se ha negado a reunirse con la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, que se lo pidió por carta, para abordar las obras de reforma del estadio de La Romareda, sede del mundial de fútbol 2030.
López, con sus alcaldes
El caso más complejo de medir es el de Óscar López, ministro de la Presidencia y candidato en la Comunidad de Madrid. Al tener su despacho y actividad ordinaria en la capital, es más difícil discriminar qué días corresponden a labor estrictamente institucional y cuáles deben considerarse agenda electoral o territorial.
Aun así, los datos de su agenda reflejan 10 días y 11 actos que se catalogan como específicamente electorales o de carácter partidista, la mayoría consistentes en reuniones con alcaldes socialistas como los de Getafe, Alcorcón o Coslada, así como visitas al ayuntamiento de Parla. En su agenda también figuran intervenciones en actos de UGT y Comisiones Obreras, actos culturales que no son de su competencia, reuniones con asociaciones vecinales o entrevistas en 'Radio Madrid' o 'Cadena Ser'.
El PSOE madrileño aspira a consolidar una alternativa al liderazgo con mayoría absoluta de Isabel Díaz Ayuso, pese a que los sondeos que se han hecho hasta ahora dejan al ministro para la Transformación Digital muy lejos de hacer sombra a la lideresa madrileña. La presencia pública de López en actividades que nada tienen que ver con sus funciones en el Ejecutivo se enmarca en esa estrategia de construcción progresiva de una candidatura con mayor visibilidad regional.