Cierto es que para la anterior convocatoria, la de febrero de 2022, en Vox también apuraron los plazos para designar a su cabeza de cartel. Pero también que quien encabezaba la candidatura con la que el partido logró trece escaños decisivos -ahora son once parlamentarios tras la marcha de dos- ya no está ni en el Parlamento autonómico. Juan García-Gallardo, que llegó a ser vicepresidente hasta que Vox se salió de los gobiernos autonómicos en el verano de 2024, dejó la primera línea política.
A esa próxima convocatoria se refería Abascal de pasada en el marco de los comicios que están llamados a celebrarse en los próximos meses, arrancando por Extremadura, por la «caprichosa» María Guardiola, la primera en activar el botón electoral, señalaba.
Como el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, la extremeña, que también está en minoría, no ha aprobado los presupuestos de cara al próximo ejercicio porque el PP «no quiere aceptar lo que acepta en otros lugares», recriminaba Abascal, defendiendo así la postura de los suyos para tumbar el proyecto de las cuentas.
Con discurso prácticamente entero en clave nacional, el dirigente de Vox cargaba contra Pedro Sánchez, cuestionaba a Alberto Núñez Feijóo, defendía el «patriotismo» de su formación e incidía en una llamada especial y expresa a los jóvenes, en quienes ve su principal caladero de votos.