Entre quienes se han mostrado a favor del Toro Jubilo se encontraba el consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja, quien se ha congratulado de que este año vaya a celebrarse un festejo que, a su juicio, «vuelve como tenía que volver». «Las tradiciones no pueden perderse», ha dicho a pesar de que en la vida haya «incidentes», «percances» y «contratiempos», que recalcó se tienen que «superar», informa Ical.
Santonja, que ha asistido a los actos previos que organiza la asociación que defiende el acto taurino de Medinaceli, ha defendido su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) es «necesaria», «debida», «obligada» y «merecida», ya que ha señalado atesora unos valores culturales y tradicionales «evidentes» y «obvios». Asimismo, el consejero ha negado que el inicio del expediente de declaración responda a la circunstancia actual, en su opinión «indeseada», ante la batalla judicial que libran el Ayuntamiento de la localidad y el Pacma (Partido Animalista Con el Medio Ambiente).
En ese sentido, Gonzalo Santonja ha insistido en que otorgar esta catalogación al festejo soriano no es «ocurrencial», sino «necesaria» y «muy merecida», por lo que mostró su «extrañeza» de que no se hubiera hecho «antes».
Por su parte, el medinense Enrique Riosalido, miembro de la Asociación Toro Jubilo, ha señalado que el colectivo vuelve a estar «ilusionado» por poder organizar la fiesta, al tiempo que reconoció que están «cansados» de ser el blanco de Pacma, cuando en el Levante «se celebran más de 2.000, hay un pueblo en el que hacen seis en una noche».
Por su parte, unos 250 animalistas han protestado a las puertas del Ayuntamiento por lo que consideran «maltrato» del astado. Han calificado la concentración como «tensa» y aseguraron que continuarán con la «batalla legal» hasta «donde sea necesario».
Además, la organización Pacma, que ha fletado dos autobuses para la protesta, ha advertido que de «no adoptarse medidas para suspender el acto, Medinaceli corre el riesgo de convertirse en el nuevo epicentro de la movilización antitaurina, como lo fue Tordesillas con el Toro de la Vega».