Este miércoles, por la noche, el partido comunicó oficialmente que respalda y ratifica, de forma unánime, la candidatura de Gallardo a encabezar las listas socialistas el próximo 21-D. Así lo comunicaba el secretario de organización regional, Manuel Mejías: «No hay ninguna duda de que el líder de los socialistas extremeños es Miguel Ángel Gallardo y va a ser nuestro candidato, estoy convencido de que va a ser el próximo presidente de la Junta».
Mejías ha negado que la situación judicial de Gallardo pueda afectar a su liderato y, consecuentemente, a su candidatura a presidir la Junta. Tras una reunión interna, decía, el partido ha analizado la situación política no solo a nivel interno sino en clave regional, subrayando que Guardiola ha dejado a Extremadura en una posición de «inestabilidad, inseguridad y falta de confianza». El PSOE defiende que el adelanto electoral, además de «pasar factura» por su coste económico, traerá complicaciones y perjudicará el desarrollo de la región.
El secretario de organización también hablaba del «nerviosismo» del PP: «Estamos viendo los últimos días a un Partido Popular asustado, a un Partido Popular sin rumbo y a un Partido Popular sin argumento». Frente a eso, recalcaba, está Miguel Ángel Gallardo, capaz de ganar «seis mayorías absolutas en Villanueva de la Serena» y «dos primarias» dentro del propio PSOE extremeño.
Apoyo total en público
De esta forma, el Partido Socialista de Extremadura cierra filas en torno a su secretario general y defiende su candidatura como la mejor posible en estos momentos. Sin embargo, hay dos cuestiones que, también han podido influir decisivamente en que sea Gallardo el que ocupe el número uno de las listas. Por un lado, el propio adelanto electoral. El movimiento de Guardiola ha dejado prácticamente sin margen de maniobra a toda la oposición. Armar cualquier tipo de enfrentamiento interno a Gallardo era prácticamente impensable con tan poco tiempo para poder reaccionar.
Además, las elecciones del 21-D, al menos con los sondeos que están encima de la mesa, dibujan un panorama enormemente complejo para el PSOE, que afronta las urnas en su momento de mayor debilidad en la comunidad autónoma, histórico bastión socialista. Es difícil ponerte la camiseta para saltar al campo en el descuento y cuando ya pierdes 3-0.
Sea como sea, será interesante, ahora, ver cómo administra Gallardo sus filias y fobias en las listas. El plazo termina el próximo 17 de noviembre. Queda la duda de saber si los cinco compañeros que renunciaron a su puesto para dejarle entrar en la Asamblea y aforarse serán o no «recompensados» con un hueco de privilegio.