«Nos gustaría pedir cautela y responsabilidad hasta que finalice la investigación. Nuestro colegio cuenta con 50 profesionales y 760 alumnos y alumnas, muchos de ellos llevan con nosotros toda su vida escolar. Nuestra obligación es protegerlos de comentarios y situaciones que pueden ser altamente perjudiciales para ellos. Por ello, pedimos que cese cualquier situación violenta como las que se han producido en las inmediaciones de nuestro colegio. Cualquier acción de este tipo está perjudicando a nuestros niños y niñas, todos ellos menores de edad,« se añade apelando a la responsabilidad por el bien del resto de alumnos.
«Nuestra prioridad es velar por nuestro alumnado y sus familias en un momento tan delicado. El equipo de Orientación y de Bienestar Emocional están atendiendo de manera especial a nuestros estudiantes. Además, como no podría ser de otra manera estamos colaborando con las autoridades competentes que, como ocurre en cualquier caso de este tipo, está investigando lo sucedido. El Grupo de Menores de la Brigada Provincial de Policía Judicial (GRUME) de Sevilla nos ha pedido evitar dar cualquier tipo de información sobre el caso«, termina Francisco de Paula Suárez, director del colegio Irlandesas de Loreto.
En el comunicado publicado este lunes en Instagram los comentarios han sido desactivados y en publicaciones anteriores han sido limitados.