Además, ante el incremento progresivo de la población reclusa -casi un crecimiento de un 3,52 por ciento anual, alcanzando los 9.091 internos el pasado 30 de septiembre- el Govern ampliará la cárcel de Mas d'Enric (Tarragona) con dos nuevos módulos, cuya construcción comenzará en los próximos meses. Entre las razones del aumento de presos, desde el Departament de Justicia aluden al incremento de la actividad policial, con el crecimiento del número de agentes, tanto de la Policía catalana como de Cuerpos locales, así como del plan específico contra la multirreincidencia y la consecuente respuesta judicial «un poco más ágil».
Lo cierto es que Cataluña registra un crecimiento continuado de presos desde 2021. No en cuanto a mujeres y menores, pero sí de reclusos masculinos, precisan los mismos interlocutores. Estos dos nuevos módulos, cuya construcción se estima para 2028, tendrán capacidad para 128 internos cada uno, y también se «redimensionará» la plantilla de Mas d'Enric para adaptarla a estos nuevos espacios.
Desde Justicia aseguran que todavía no se ha llegado a la saturación de ningún penal el territorio, ya que se sigue manteniendo el máximo de dos internos por celda, pero sí buscan ampliar espacios, dado el incremento progresivo de reclusos. Respecto a si el aumento ha supuesto una escalada en las agresiones a funcionarios, desde el Departament aseguran que sí existe un pequeño crecimiento de la ratio en cuanto a incidencias leves, como empujones, pero que han disminuido las de carácter grave, que son aquellas que requieren una baja laboral.
Además, atendiendo a una reivindicación de los propios funcionarios, otra de las intenciones de este «plan de legislatura» de la cartera que pilota Ramon Espadaler es la construcción de un centro de formación práctica penitenciaria, que se instalará junto a la cárcel de Quatre Camins. Allí, los trabajadores podrán acceder a «formación oficial», con área de docencia y también práctica.
Así, según ha apuntando Espadaler este lunes, su departamento pretende responder a los retos que suponen seguridad y convivencia, sin perder de vista el principal objetivo, que es la reinserción. De hecho, la prisión de la Zona Franca para internos de régimen abierto -aquellos que accedan al tercer grado- prevé finalizarse a finales de 2026.