
De Olvera a Ronda: un salto natural
Desde su apertura en 2021, La Tarara se ha consolidado como una de las neotabernas más interesantes de la sierra gaditana. Su propuesta, a medio camino entre lo popular y lo contemporáneo, le valió en 2022 el reconocimiento Bib Gourmand de la Guía Michelin, que distingue los restaurantes con la mejor relación calidad-precio.
Detrás del proyecto están Juan Antonio García y Gaby Medina, dos cocineros que decidieron regresar a su pueblo natal tras años de experiencia en Madrid. Lo que comenzó como una apuesta arriesgada se ha convertido en un pequeño referente gastronómico que ahora mira hacia Málaga con ambición.
Ronda, con su potente atractivo turístico y su creciente escena culinaria, será el escenario del nuevo restaurante, que mantendrá el mismo concepto de cocina andaluza actualizada, adaptado al entorno malagueño. En su carta convivirán clásicos de Olvera —como las croquetas, la payogiana o el chivo— con guiños a los productos de la costa.



Cocina de temporada y producto
El otoño ha traído también novedades a La Tarara original, donde el equipo sigue afinando su recetario con propuestas más ligeras y de temporada. Entre las incorporaciones recientes figuran un carpaccio de gamba blanca, una lubina frita entera, una zamburiña con crema de gambas al ajillo o un sándwich de pastrami con brioche artesanal.
No faltan tampoco los guisos de invierno que reivindican el sabor serrano: callos de buey, paletilla de chivo malagueño o elaboraciones con legumbres y carnes de la zona. Su objetivo, según explican desde el equipo, es mantener el equilibrio entre la cocina identitaria y una lectura más contemporánea del recetario andaluz.
Cuatro años de consolidación
La Tarara cumplirá pronto cuatro años y lo hace en plena madurez creativa. Con un ticket medio de unos 30-35 euros, el restaurante atrae tanto al público local como a los visitantes que buscan una experiencia gastronómica cuidada sin formalismos.
El reconocimiento de Michelin supuso un punto de inflexión: puso a Olvera en el mapa para viajeros gastronómicos y consolidó la idea de que la alta cocina también puede nacer en pueblos pequeños. Con su próxima apertura en Ronda, el proyecto confirma su crecimiento sin perder su esencia: una cocina de raíces andaluzas, pensada para disfrutar, con identidad y sin artificios.